Recetas de cocina

Vieiras al horno

Las vieras son unos moluscos que se encuentran a unos 100 metros de profundidad, en donde son capturadas por los mariscadores con mucho cuidado. Aunque las vieiras al horno son un plato típico de Navidad en España, por la calidad y exquisitez de su gusto, los buenos comensales no se deben privar de comerlo fuera de esa fecha.

Una de las curiosidades del plato de vieiras al horno, es que la capa de pan rallado es la que garantiza y mantiene tanto el jugo como el sabor a mar de estos moluscos. Por tal motivo se debe poner atención especial a este punto y realizar un buen gratinado final.

Ingredientes:

Elaboración:

  1. Lavar bien las vieiras procurando quitarles toda la arena; para ello ponerlas en un recipiente de plástico con agua y sal gruesa por dos horas, mientras las cuales se puede ir cambiando el agua.
  2. Retirar la carne y reservar las conchas de las vieiras.
  3. Pelar y cortar las cebollas en trocitos muy pequeños y reservar.
  4. Poner en una cazuela con aceite de oliva, y a fuego lento, la cebolla picada.
  5. Sofreír unos tres minutos a fuego medio para que se evapore la humedad de la cebolla. Remover durante todo el proceso.
  6. Añadir el vaso de vino blanco.
  7. Remover durante cinco minutos dejando que se evapore el alcohol.
  8. Añadir el tomate y la mitad del perejil.
  9. Cocinar otros 10 minutos a fuego lento.
  10. Apagar el fuego. En el caso de que el tomate haya aportado un elevado grado de acidez, se puede agregar un poco de azúcar.
  11. Secar las vieras y añadirlas a la cazuela con el fuego apagado. Revolver.
  12. Dejar cinco minutos.
  13. Precalentar el horno a 200 grados.
  14. Colocar en cada concha las vieiras con el sofrito.
  15. Rociar la superficie con una fina capa de pan rallado, un trozo de mantequilla y el resto de perejil.
  16. Introducir las vieiras en una bandeja, en la parte del horno con una temperatura de 180º C de arriba y de abajo.
  17. Dejar las vieiras en el horno durante unos 10 o 15 minutos, hasta que la superficie de la elaboración esté dorada. No hay que pasarse, porque el plato tendría un sabor quemado.