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El pollo crujiente más delicioso… ¡y sano! Aprende a hacerlo con estos sencillos pasos

Una manera diferente de preparar un plato de pechuga de pollo es con esta receta de pollo crujiente con avellanas. Aprende a cocinarlas y repetirás el plato.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

El pollo crujiente con avellanas es una forma de rebozar pollo que nos dará más de una alegría. El empanado tradicional a base de pan rallado con un poco de huevo es el clásico que convierte esta pieza low cost en algo maravilloso. En este caso le daremos un acabado más saludable sin casi nada de gluten. Con la ayuda de unas avellanas conseguiremos darle el acabado perfecto a un pollo que destacará aún más. Atrévete a probar el mejor pollo crujiente con avellanas casero que existe, siguiendo estos pasos.

Ingredientes:

Cómo preparar un pollo crujiente con avellanas

  1. Este delicioso pollo crujiente con avellanas se prepara sin apenas esfuerzo, es uno de esos platos de picoteo o segundo que podemos servir con unas patatas fritas que gustará a toda la familia.
  2. Los más pequeños y no tan pequeños disfrutarán con un pollo que queda especialmente bien. Podemos usar pechugas o muslos deshuesados, cualquier parte del pollo quedará delicioso.
  3. Maceramos el pollo con un poco de zumo de limón y la ralladura de este cítrico para que nos quede un poco aromatizado, le dará un toque muy especial.
  4. Para hacer el rebozado, picamos las avellanas, podemos hacerlo en el vaso de la batidora o a mano, deberán quedar muy finitas.
  5. Incorporamos el pan rallado, el queso, tomillo y un poco de sésamo. Mezclamos bien hasta tener el rebozado ideal.
  6. Batimos las yemas de huevo y tendremos los dos platos preparados para cubrir de gloría estos deliciosos trozos de pollo.
  7. Calentamos el aceite de oliva. Para que el rebozado quede perfectamente pegado, debe estar caliente, en frío corremos el riesgo de que se despegue.
  8. Salpimentamos el pollo y lo pasamos por la mezcla que tenemos preparada. Debe quedar bien empanado con ambos platos, de rebozado y de yema de huevo.
  9. Freímos durante unos minutos hasta que esté dorado, en ese momento, retiramos del fuego y colocamos sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite.
  10. Acompañamos de una ensalada de tomates secos y un poco de rúcula. Tendremos listo un plato maravilloso en un abrir y cerrar de ojos.