El balneario a menos de 1 hora de San Sebastián en un precioso pueblo y en pleno monte donde relajarse y comer de buffet
El hotel balneario Elgorriaga tiene las aguas más saladas de Europa, con propiedades curativas
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A menos de una hora de San Sebastián hay un rincón de Navarra que muchos descubren casi por casualidad y luego ya nunca olvidan. Se llama Elgorriaga, y es ahí donde puedes encontrar un balneario de ensueño, rodeado de montes, árboles y silencio. Un lugar en el que no hay tráfico, ni prisa. Sólo el rumor del agua que brota del manantial y en el que relajarse y disfrutar es el objetivo.
Los vecinos cuentan que hace más de un siglo allí sólo había una venta, una casa donde los viajeros paraban a comer o dormir antes de seguir camino. Los dueños empezaron a notar que las vacas iban siempre al mismo punto a beber. No era casualidad. El agua sabía diferente, muy salada. La mandaron analizar y el resultado fue tan sorprendente que cambió la historia del pueblo: aquellas eran las aguas más saladas de Europa, con propiedades curativas. En 1919 fueron declaradas de utilidad pública y pronto empezaron a llegar curiosos, entre ellos, los hijos de Alfonso XIII. Hoy, el Hotel Balneario Elgorriaga sigue manteniendo ese aire rural y sencillo, pero dentro todo está pensado para relajarse: piscinas termales, sauna, flotarium y un buffet donde la comida navarra es la gran protagonista. Desde San Sebastián se llega en menos de una hora, y lo cierto es que muchos repiten. Es un sitio para olvidarse del reloj, comer bien y dejar que el cuerpo descanse sin más.
El balneario a 1 hora de San Sebastián en un precioso pueblo
Dicen que meterse en sus piscinas es casi como flotar en el Mar Muerto. No es exageración: el manantial de Elgorriaga tiene una concentración de sales minerales de 336 gramos por litro, una cifra difícil de imaginar. Esa salinidad hace que el cuerpo flote sin esfuerzo y que la piel quede suave, como recién tratada. Pero no se trata sólo de una sensación agradable; sus efectos están estudiados: reducen la inflamación, relajan los músculos y mejoran la circulación.
El recorrido termal, que dura unos 70 minutos, combina distintos espacios: piscina con chorros, sauna seca, baño turco, duchas de contraste, cabina de nebulización y un flotarium en el que el tiempo parece detenerse. El precio es de 32 euros y hay que reservar con antelación. No se trata de un spa moderno al uso, sino de una experiencia que mezcla tradición, naturaleza y salud. Salir de allí sin una sonrisa resulta casi imposible.
La mejor gastronomía navarra
Si hay algo que distingue a este balneario es su apuesta por la gastronomía local. El restaurante del hotel ofrece un completo buffet que combina recetas tradicionales de Navarra con platos de temporada elaborados con productos de la zona. De este modo, no tienes que ceñirte a un menú. Cada comensal puede servirse a su ritmo y probar un poco de todo, desde guisos caseros hasta carnes a baja temperatura o verduras de la huerta navarra.
En la cafetería, el ambiente es más informal. Se sirven raciones, bocadillos, hamburguesas y platos combinados, perfectos para compartir en pareja o entre amigos. Una de las joyas del lugar es su terraza, mitad acristalada y mitad exterior, ideal para tomar algo al atardecer mientras el valle se tiñe de tonos dorados. Un rincón sencillo, pero con encanto, donde la conversación y la calma se vuelven protagonistas.