Opinión

La verdadera obsesión de Pedro Sánchez era y es controlar la UCO

Sigue presumiendo el PSOE de haber apartado a las primeras de cambio, y cuando tuvo conocimiento de las investigaciones de la Guardia Civil, tanto a José Luis Ábalos como a Santos Cerdán, aunque haya un alud de pruebas que demuestran que estaba al tanto de las andanzas de sus dos secretarios de Organización. El tiempo dirá si el PSOE, como partido, estaba en el ajo y se financiaba de las mordidas, pero de lo que no cabe ninguna duda es que el Gobierno, a través del ministro Fernando Grande-Marlaska,  intentó en pleno arranque de las investigaciones sobre las corruptelas socialistas, trasladar de forma unilateral al máximo responsable de la Policía Judicial de la Guardia Civil, el general Alfonso López Malo, a una agencia de seguridad de la UE con sede en Portugal. Bruselas eligió a otro candidato, el neerlandés Sjoerd Top, y desbarató el plan del Gobierno para situar a una persona más afín al frente de la Policía Judicial.

El plan pasaba por enviar a Lisboa al general Alfonso López Malo, ex jefe de la UCO y ahora máximo responsable de la Jefatura de Policía Judicial de la que depende la UCO, la Unidad Técnica de Policía Judicial y el Servicio de Criminalística. O sea, bajo una aparente promoción internacional del alto oficial de la Guardia Civil, el Gobierno se quitaba de encima al hombre que protege a los investigadores de la UCO. Por fortuna, el general López Malo no tuvo que trasladarse a un nuevo destino a Lisboa y tomó posesión de su cargo como máximo responsable de la Jefatura de Policía Judicial de la Guardia Civil, y por tanto de la UCO, justo en el verano de 2023 cuando ya arrancaba la investigación de la trama del PSOE en la que figuran el asesor Koldo, el ex ministro Ábalos y el número 2 del PSOE, Santos Cerdán.

O sea, lejos de combatir la corrupción lo que hicieron es tratar de librarse del hombre que garantizaba la labor de la UCO frente a las presiones y malas artes políticas del PSOE. Y luego todavía tienen el cuajo de presumir de que han sido implacables ante cualquier caso de corrupción. Hipócritas.