El horizonte penal de Begoña Gómez se vuelve cada vez más negro
Lejos de lograr que las investigaciones judiciales sobre Begoña Gómez cayeran en saco roto -pretensión de Pedro Sánchez y del Gobierno-, lo cierto es que en lugar de ver archivado el caso -como presumía el PSOE hace unos meses- el juez Juan Carlos Peinado avanza en sus pesquisas y ha imputado a la mujer del presidente por dos nuevos delitos -apropiación indebida e intrusismo- vinculados al software para empresas desarrollado para la Universidad Complutense de Madrid. Gómez ofrecía dicha herramienta a través de una web que estaba registrada a su nombre. La puesta en marcha de ese software siempre fue el objetivo número uno de Gómez en la creación de su cátedra de Transformación Social Competitiva, ahora cancelada. El dossier que elaboró la mujer del presidente del Gobierno para presentar su proyecto a la Complutense presumía de que sería «la primera plataforma digital de medición de impacto de origen español con métricas según nuestras necesidades sociales y de inversión como país». Esta presentación tuvo lugar 24 días antes de que la Complutense firmase el convenio con Reale Seguros y La Caixa para crear la cátedra y nombrar a Gómez como directora.
Gómez consiguió que varias empresas de primer nivel colaborasen en el diseño de esta plataforma, con la que pretendía que las sociedades pudiesen medir el cumplimiento de los objetivos de la llamada Agenda 2030. Finalmente, la mujer de Sánchez tuvo que recurrir a la financiación de la Complutense para tratar de culminar el proyecto, para lo que impulsó varios contratos. Entre ellos, uno de 60.500 euros, adjudicado a Deloitte, y que ahora forma parte de la investigación. Lo que hizo después fue registrar la marca comercial que ofrece en su web y que es idéntica a la desarrollada para la universidad. Con los dos nuevos delitos que le imputa el juez ya son cuatro por los que la mujer de Pedro Sánchez está siendo investigada: tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo. En su horquilla más alta, las penas sumarían hasta once años de cárcel. Los que aventuraban el archivo del caso para después del verano han errado el pronóstico. Begoña Gómez está ‘polimputada’