Globos

Se acabó la fiesta: obligarán a los fabricantes de globos a pagar los costes de su limpieza

Transición Ecológica prepara un proyecto de Real Decreto para la gestión de los residuos de globos de un solo uso que contengan plástico

Es el noveno residuo de plástico de un solo uso que más se encuentra en las playas europeas

En la misma norma se contempla el obligar a los fabricantes de toallitas húmedas de un solo uso a costear la limpieza del alcantarillado

  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Los globos hinchables, protagonistas de fiestas de cumpleaños y celebraciones, además de los que se sueltan al aire en los grandes acontecimientos, están ahora en el objetivo del Ministerio para la Transición Ecológica por su impacto ambiental.

Los globos son el noveno artículo de plástico de un solo uso que más se encuentran en las playas europeas por lo que, seis años después de que la Unión Europea promulgara la Directiva 2019/904 relativa a la reducción de su impacto, el Ministerio para la Transición Ecológica está a punto de cerrar una consulta pública acerca de este tema.

Quien contamina, paga

Se trata de un borrador de Real Decreto por el que se regula la gestión de los residuos de los globos y de las toallitas húmedas de un solo uso cuya consulta pública finaliza el próximo 27 de junio.

La normativa, que el Gobierno español está a punto de transponer, se basa en el concepto de quien contamina, paga y tiene el objetivo de reducir el impacto de determinados productos plásticos en el medioambiente.

según un estudio de Business Research Insights, el tamaño del mercado mundial de globos alcanzó un valor de 1.850 millones de dólares el pasado 2024, cifra que se espera que roce los 3.400 millones en 2033.

Impacto ambiental

Desde el ministerio se considera que «su impacto ambiental es considerable, ya que se encuentran con frecuencia entre los desechos marinos y ocupan posiciones destacadas en los rankings de contaminación en playas de la Unión Europea, ocasionando graves perjuicios a la fauna marina».

Así mismo, valora que su uso habitual en actividades al aire libre incrementa el riesgo de liberación intencionada, entendida como la acción deliberada de soltar o liberar globos al aire, generalmente en el contexto de eventos o celebraciones.

Un problema global

La nueva norma va en consonancia con los esfuerzos de la Unión Europea «para la prevención y la lucha contra la basura marina», considerando que ésta se dispersa en los medios acuáticos y tiene un «carácter transfronterizo en la naturaleza», según reza el borrador.

El texto considera a los globos de «problema mundial creciente» y busca que se conciencie sobre el «planteamiento circular que da prioridad a los productos reutilizables, sostenibles y no tóxicos y a los sistemas de reutilización frente a los productos de un único uso, con el objetivo primordial de reducir la cantidad de residuos generados».

Costes para los productores

Así mismo, se prevé el desarrollo reglamentario por parte del Gobierno de un régimen de responsabilidad ampliada del productor para varios productos, entre los que se encuentran las toallitas húmedas y los globos, y que habrá de especificar los costes que deben asumir los productores de dichos productos que sean introducidos en el mercado español.

En el caso de las toallitas húmedas, al no desintegrarse completamente, provocan obstrucciones en el sistema de alcantarillado, lo que disminuye la capacidad de retención de agua y aumenta el riesgo de desbordamientos, especialmente durante episodios de lluvias intensas.

Este problema no sólo compromete la infraestructura urbana, sino que también genera vertidos directos de residuos a ríos y otros cuerpos de agua, contribuyendo a la contaminación por microfibras y perjudicando los ecosistemas, especialmente los acuáticos.

Globos afectados

En cuanto a los globos, se incluyen aquellos fabricados con polímeros sintéticos, como el mylar o las láminas de nailon recubiertas de aluminio, así como los elaborados con polímeros naturales modificados químicamente, como el látex.

Sin embargo, se excluyen del ámbito de aplicación de este Real Decreto los globos destinados a usos y aplicaciones industriales y/o profesionales que no se comercialicen para el consumidor final.

¿Qué es un globo?

El texto del Real Decreto a aprobar considera que «un globo es una bolsa elaborada con un material ligero y sin poros que se infla con aire o gas». Pone especial énfasis en la consideración de un solo uso, por lo que se detiene en identificar este tipo de globos con dos requisitos.

En primer lugar, el globo que se persigue «no debe contar con una válvula o precintos que permitan su inflado y desinflado en múltiples ocasiones, ya que los productos de un solo uso deben cerrarse mediante un nudo, una cuerda o una cinta, elementos que, al desanudarse y volver a anudarse, provocan su deterioro».

Globos de un solo uso

En segundo lugar, los globos no deben tener la capacidad de ser rellenados, ya que, de serlo, se considerarían reutilizables y no entrarían en esta norma. De este modo, se incluyen dentro de la categoría de globos de un solo uso tanto aquellos que se comercializan vacíos para ser llenados por el consumidor.

Se incluyen los globos de llenado automático que incorporan un mecanismo de inflado integrado, como los ya inflados con aire o helio, puesto que el consumidor no puede volver a llenarlos.

De este modo, los globos que se venden a través de canales empresariales a los consumidores o se distribuyen a consumidores particulares (por ejemplo, los globos que los particulares pueden adquirir en una tienda o que se les distribuyen en un acto privado) no se consideran para uso o aplicación profesional o industrial, sino de uso doméstico.