DGT

Ni 65 ni 90 años: ésta es la edad máxima permitida en España para renovar el carnet de conducir

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La conducción es una tarea que requiere atención, reflejos, buena visión y una coordinación adecuada, cualidades que pueden verse alteradas con los años. Por esta razón, muchos países, entre ellos España, han establecido normativas específicas para las personas mayores que desean seguir conduciendo. Pero es importante destacar que la edad, por sí sola, no es un impedimento para mantener la validez del carnet de conducir.

En España, una persona puede seguir conduciendo independientemente de los años que tenga, siempre que conserve sus capacidades físicas y mentales. No existe una edad límite para dejar de conducir, pero a partir de los 65 años la DGT aplica ciertas medidas preventivas. La más significativa es la reducción del periodo de vigencia del carnet de conducir, lo cual implica realizar revisiones médicas más frecuentes para garantizar que el conductor sigue siendo apto para circular.

Renovación del carnet de conducir a partir de los 65 años

La normativa no establece una edad máxima para conducir, ya que cada persona envejece de manera distinta. Lo que realmente se tiene en cuenta es el estado general de salud y las capacidades del conductor. Una persona de 70 años que mantiene su agudeza visual, reflejos adecuados y estado cognitivo puede estar igual o más capacitada que una de 50 con problemas de salud. Por ello, la DGT se centra en garantizar que quienes siguen conduciendo lo hagan con total seguridad.

A partir de los 65 años, el sistema modifica los plazos de renovación del carnet de conducir:

Una vez cumplidos los 70 años, el periodo de vigencia del permiso de conducir se acorta aún más: en lugar de renovarse cada cinco años, como ocurre a partir de los 65, la renovación debe hacerse cada dos años.

Reconocimientos médicos

Para renovar el carnet, el conductor debe superar un examen médico en un centro autorizado. Este reconocimiento es el mismo para cualquier edad y se centra en evaluar la visión, la audición, los reflejos, la coordinación y el estado mental. Si durante la revisión se detecta alguna condición de salud que pueda evolucionar negativamente, se puede acortar el periodo de validez.

Uno de los beneficios que tienen las personas mayores es que, al cumplir los 70 años, quedan exentas de pagar la tasa administrativa de tráfico correspondiente a la renovación del carnet. Sin embargo, sí deberán abonar el coste del reconocimiento médico, que varía según el centro.

Proceso de renovación

Renovar el permiso de conducir siendo mayor de 65 años es sencillo. El proceso habitual es acudir a un Centro de Reconocimiento de Conductores autorizado, donde se realiza el reconocimiento médico y se gestiona toda la renovación. Allí mismo te harán una fotografía y te entregarán un permiso provisional con el que podrás seguir conduciendo dentro del país mientras llega tu carnet definitivo.

Seguridad y responsabilidad al volante

Conducir es una actividad compleja que requiere atención constante, reflejos rápidos, buena visión y capacidad de toma de decisiones. A medida que envejecemos, es normal que algunas de estas habilidades comiencen a deteriorarse, incluso si la persona se encuentra en buen estado general de salud. Por ello, aunque muchas personas mayores continúan conduciendo con seguridad, existen ciertos riesgos que deben considerarse con atención y responsabilidad.

Uno de los principales factores de riesgo en conductores de edad avanzada es la disminución de los reflejos y el aumento del tiempo de reacción. Esto puede dificultar la respuesta rápida ante imprevistos en la vía, como un peatón que cruza de forma inesperada o un frenazo brusco del vehículo que circula delante. También es frecuente que se reduzca el campo visual o la agudeza auditiva, lo que puede afectar la percepción del entorno, las señales de tráfico o los sonidos del tráfico.

Además, algunas enfermedades crónicas comunes en personas mayores (como la diabetes, la hipertensión o los trastornos neurológicos) pueden afectar las capacidades necesarias para conducir. También es importante considerar los efectos secundarios de ciertos medicamentos, como somnolencia, mareos o dificultades para concentrarse, que pueden incrementar significativamente el riesgo al volante.

Otro riesgo importante es el exceso de confianza o la resistencia a dejar de conducir, incluso cuando las condiciones de salud ya no lo permiten. Algunas personas mayores no quieren renunciar a la conducción por miedo a perder su independencia, pero seguir conduciendo sin las capacidades adecuadas puede poner en peligro su vida y la de otros.

En definitiva, conducir después de cumplir los 65 años sigue siendo posible, siempre que la persona conserve las capacidades necesarias para hacerlo con seguridad. El sistema de renovación de permisos ajusta los plazos para garantizar un mayor control médico, sin imponer restricciones injustificadas.