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La DGT está multando a los ciclistas por hacer esto: hasta 1.000 euros de sanción

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El creciente uso de la bicicleta en España como medio de transporte ha impulsado la necesidad de reforzar normativas para garantizar una circulación segura. Si bien es cierto que una bicicleta no alcanza las velocidades de un coche, su presencia en la vía implica responsabilidades similares para garantizar la seguridad de todos los usuarios. La Dirección General de Tráfico (DGT), consciente de los riesgos asociados, ha reforzado las normativas que afectan a los ciclistas, especialmente en relación con la circulación bajo los efectos del alcohol.

A pesar de que muchas personas asocian estas normativas exclusivamente con vehículos motorizados, la ley es clara: los ciclistas están obligados a cumplir los mismos límites de alcoholemia que los conductores de coches o motocicletas. Esta normativa, que busca prevenir accidentes y proteger tanto a los ciclistas como a otros usuarios de la vía, contempla multas de hasta 1.000 euros para aquellos que circulen bajo los efectos del alcohol.

Normativa de alcoholemia para ciclistas

En España, la normativa de tráfico establece límites claros para el consumo de alcohol en cualquier tipo de vehículo, incluyendo las bicicletas. Los ciclistas están sujetos a los mismos límites que los conductores de vehículos motorizados, lo que implica que la tasa máxima permitida es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre o 0,25 miligramos por litro en aire espirado. Para conductores noveles y profesionales, estos límites son más estrictos: 0,3 g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado.

La razón detrás de estas restricciones es sencilla: el alcohol afecta gravemente las capacidades motoras y la atención, aumentando el riesgo de accidentes. Aunque las bicicletas no alcanzan las altas velocidades de los vehículos a motor, los ciclistas pueden provocar colisiones graves, especialmente en carreteras concurridas o en situaciones de baja visibilidad.

La DGT ha establecido sanciones económicas severas para los ciclistas que excedan los límites de alcoholemia. Estas multas varían según la tasa de alcohol detectada y otros factores, como la reincidencia:

A diferencia de los conductores de coches o motos, los ciclistas no están sujetos a la pérdida de puntos del carnet de conducir. Sin embargo, esto no significa que las consecuencias sean menos graves.

Si un ciclista en estado de ebriedad causa un accidente, puede enfrentarse a responsabilidades civiles y penales, incluyendo indemnizaciones por daños materiales o lesiones y cargos por conducción temeraria. En casos extremos, como una tasa de alcohol muy elevada o un accidente grave, el ciclista podría incluso enfrentar cargos penales por poner en peligro la seguridad vial.

Controles de alcoholemia

La DGT ha incrementado los controles de alcoholemia en los últimos años, incluyendo aquellos dirigidos a ciclistas. Esta decisión responde al aumento de incidentes relacionados con el consumo de alcohol y la conducción en bicicleta, especialmente en áreas urbanas donde la convivencia con peatones y vehículos motorizados es más compleja.

Además, la DGT ha lanzado campañas de concienciación para educar a los ciclistas sobre los riesgos del alcohol. Estas iniciativas buscan cambiar la percepción de que el ciclismo es una actividad completamente segura, incluso bajo los efectos del alcohol. Los datos demuestran que un ciclista ebrio pone en riesgo tanto su propia vida, como la de otros usuarios de la vía.

Normas de tráfico

Más allá del consumo de alcohol, los ciclistas deben respetar una serie de normas para garantizar una circulación segura. Estas incluyen el uso de luces y reflectantes, el respeto a las señales de tráfico y la obligación de ceder el paso a los peatones en pasos de cebra. Aunque algunas de estas normativas puedan parecer secundarias, su incumplimiento puede tener consecuencias graves, tanto en términos de seguridad como de sanciones económicas.

Por ejemplo, no llevar luces durante la noche puede resultar en una multa de 200 euros, mientras que cruzar un paso de peatones sin bajarse de la bicicleta está sancionado con multas de hasta 200 euros. Estas reglas, aunque específicas, forman parte de un marco legal diseñado para proteger a todos los usuarios de la vía.

Asimismo, si un ciclista no señala un giro o cambio de dirección con el brazo, como es obligatorio por ley, puede recibir una multa de 200 euros. Esta norma es esencial, ya que la señalización permite a otros usuarios de la carretera prever las maniobras del ciclista.

El endurecimiento de las sanciones para ciclistas que conducen bajo los efectos del alcohol refleja el compromiso de la DGT con la seguridad vial. Aunque las bicicletas sean consideradas un medio de transporte alternativo y ecológico, los riesgos asociados a su conducción irresponsable no deben subestimarse. Las multas de hasta 1.000 euros no sólo buscan disuadir esta práctica, sino también concienciar sobre la importancia de cumplir con las normativas de tráfico.