LARGA ESPERA

De un escándalo al trono: Carlos de Inglaterra se beneficia del colapso de su hermano

El príncipe de Gales se prepara para el gran momento de su vida que llega justo después de la polémica del duque de York

Carlos
Los príncipes Carlos y Andrés de Inglaterra / Gtres
  • Andrea Mori
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Isabel II se enfrenta a uno de sus momentos más difíciles. El escándalo del príncipe Andrés y los constantes críticas que motiva el comportamiento de los duques de Sussex han puesto al clan Windsor en una situación delicada que requiere un gran esfuerzo por parte de la Corona para poder rehabilitar su imagen, especialmente de parte de Carlos de Inglaterra.

A sus 93 años, la reina Isabel está viendo cómo una institución por la que se ha sacrificado tanto se tambalea delante de sus ojos casi tanto como lo hizo en 1992, uno de los años más difíciles para la monarca. Aunque ya se están tomando medidas para que la situación se estabilice, es necesario un esfuerzo extra que contribuya a mantener la Corona a salvo de los escándalos. La retirada del príncipe Andrés de la vida pública ha supuesto un primer paso, pero el alcance de la polémica por su vinculación al caso Epstein puede ser aún mayor.

Carlos de Inglaterra

La reina Isabel y Carlos de Inglaterra / Gtres

Carlos de Inglaterra, junto con el duque de Edimburgo y el príncipe Guillermo se han erigido como posibles ‘salvadores’ de la institución. Aunque el príncipe de Gales no se encontraba en Londres en el momento en que el duque de York decidió dar la entrevista que acabó por destrozar su imagen y, por tanto, no pudo hacer nada por evitarlo, a su vuelta de su viaje oficial de Nueva Zelanda, no ha tardado en reunirse tanto con su madre como el duque de Edimburgo.

Carlos se trasladó hasta Sandringham para discutir con su padre la estrategia que la familia debía seguir a partir de este momento con el objetivo de minimizar las desastrosas consecuencias de las declaraciones de su hermano menor. Una reunión en la que, al parecer, se ha hablado de la posibilidad de que la Reina deje paso a la nueva generación en un plazo de dieciocho meses, esto es, al cumplir los 95 años.

El duque de Edimburgo se retiró a los 95 años / Gtres

El duque de Edimburgo se retiró de la vida institucional a la misma edad, por lo que quizás no resultaría demasiado descabellado que Isabel II optara por una postura similar a la de su marido y cediera el control diario a su hijo, que para entonces tendrá casi 74 años.

A pesar de que la Reina siempre ha declarado que no tiene intención de abdicar, el escándalo del príncipe Andrés, sumado a las críticas que suelen recibir los Sussex podrían ser motivos suficientes para que diera un paso adelante a favor de su hijo mayor. De esta manera, cuando Carlos fuera rey, la Familia Real quedaría reducida de manera significativa y parte del problema que ahora preocupa a la Corona se solucionaría de forma inmediata. De hecho, el príncipe de Gales siempre ha mostrado su deseo de que la Familia Real se concentre en los miembros fundamentales y no se extienda de manera innecesaria.

Reina Isabel

La reina Isabel y el príncipe Andrés / Gtres

Sin embargo, no todo es tan sencillo como puede parecer a priori. Hay que tener en cuenta que la Monarquía Británica funciona de manera diferente a otras. Los reyes ingleses lo son por derecho divino y salvo contadas excepciones, las renuncias o abdicaciones no se contemplan. Una posibilidad para el príncipe de Gales sería convertirse en príncipe regente. Es cierto que en los últimos años la Reina ha ido reduciendo su agenda de manera significativa, mientras que tanto el príncipe de Gales como el duque de Cambridge la han ampliado, pero esto no es suficiente para asegurar que la monarca vaya a retirarse a favor de su hijo.

En realidad, Isabel II no tiene intención de abdicar la Corona hasta su muerte, ya que mantiene un férreo compromiso con la institución. Sin embargo, sí sería posible que Carlos ejerciera como regente si la Reina quedara incapacitada de alguna manera, a través de la Ley de Regencia de 1937. De hecho, existe un precedente en 1811 debido a una enfermedad del rey Jorge III, que fue considerado mentalmente incapaz en la última década de su reinado, motivo por el cual su hijo mayor actuó como regente desde 1811 hasta su muerte en 1820. Algo similar podría ocurrir ahora si Isabel II enfermase y entonces, Carlos de Inglaterra sería regente hasta el fallecimiento de la Reina.

príncipe Guillermo y Andrés de York

El príncipe Guillermo y Andrés de York en una imagen de archivo/ Gtres

A pesar de que la monarca es plenamente consciente de que la situación provocada por su hijo predilecto requiere la toma de medidas excepcionales, Isabel II respalda al duque de York en la escena privada, como madre. Un apoyo del que hemos sido testigos recientemente gracias a unas imágenes en las que la Reina disfrutaba de un paseo a caballo con el Príncipe.

Por ahora no se sabe cuál será la estrategia que siga la familia en los próximos meses, pero lo que está claro es que tanto Carlos de Inglaterra como el príncipe Guillermo se han posicionado a favor de una clara renovación en la Corona que la reina Isabel habrá de afrontar como tantas otras cosas ha asumido en su extenso reinado.

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