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El hombre que arrasó la pizzería con su coche tiene problemas mentales, según la Fiscalía francesa

El hombre que embistió de forma deliberada su coche en una pizzería de Sept-Sorts, a las afueras de París, tiene problemas mentales y quería ser enviado a prisión por seguridad, según ha explicado este martes el fiscal Eric de Valroger, que de nuevo ha descartado el terrorismo como hipótesis del ataque.

Una niña de 12 años perdió la vida como consecuencia del atropello, que dejó prácticamente destruida la terraza del restaurante. Aunque la similitud con otras acciones terroristas desató la alarma al principio, las autoridades han aclarado que se trató de un acto intencionado pero aislado.

De Valroger ha explicado en una comparecencia que el detenido, de 32 años, ofreció a los investigadores respuestas incoherentes durante los interrogatorios, en los que mostró claros signos de paranoia. Así, denunció que se sentía «constantemente perseguido» y víctima de una persecución policial.

El detenido, que ahora deberá responderá por varios cargos —entre ellos los de homicidio e intento de homicidio—, reveló también que había abusado de los medicamentos desde que tenía nueve años y que, un día antes de perpetrar el atropelló, ingirió una gran cantidad de estos productos. «Nos dijo que, si cometía una acción que terminase con él en prisión, estaría seguro», ha afirmado el fiscal.

Este mismo lunes, pocas horas después del incidente, el portavoz del Ministerio del Interior francés, Pierre-Henry Brandet, explicó que el atacante, nacido en 1985, no era un “desconocido para los servicios de inteligencia y para la justicia”.

Fuentes judiciales apuntaron que el hombre, que  conducía un BMW, declaró “haber intentado ponerle fin a su vida sin éxito anoche [domingo]. Habría decidido volver a hacerlo de esta forma”.