Historia
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Karl Dönitz, el sucesor de Hitler durante 3 semanas

El 30 de abril de 1945, Adolf Hitler se encontró contra las cuerdas con los ejércitos rivales llegando a Berlín y con su plana mayor esperando órdenes para los próximos movimientos. En ese búnker donde dijo sus últimas palabras, los generales Göring, Himmler, Speer, Bormann, Keitel y Jodl esperaban que el Führer nombrase a alguno de ellos como sucesor una vez fuera detenido.

Hitler se suicidó ese día pero lo había dejado todo bien atado para que ninguno de ellos se ocupase de mantener viva la esperanza de una reconstrucción del Reich que debía durar mil años más. Himmler quiso ser el elegido, pero Hitler ya no soportaba ni confiaba en sus oficiales desde hacía semanas.

El elegido para tal misión fue un desconocido marine llamado Karl Dönitz, que se ocupó de liderar las últimas semanas del Reich alemán.

¿Quién era Karl Dönitz?

Dönitz era un importante comandante de la marina alemana. Desde muy joven había participado en numerosas actuaciones por su país, y Hitler lo convirtió en el comandante en jefe de la armada submarina alemana.

Dönitz era un ferviente seguidor de Hitler y eso le hizo dejar el mar para estar más cerca del führer en sus últimos años. A pesar de todo, Dönitz no mantenía ninguna aspiración política e incluso no se esperaba que él fuera el elegido. Es más, siempre pensó que sería Göring el elegido.

Cuando Hitler se suicido, Dönitz tomó el mando ante la llegada de los enemigos a Berlín.

Tres semanas después

El mandato de Dönitz fue efímero y hasta incluso un poco cómico. Çuando Hitler se suicidó tomó cargo como el máximo responsable de Alemania y, aunque jamás fue nombrado führer, sí fue nombrado como jefe del Estado de Alemania nazi.

Dos semanas después, el 8 de mayo de 1945, Karl Dönitz dio luz verde para que se firmara la rendición de Alemania y la guerra llegó a su fin.

En estas semanas, Dönitz se mudó a su cuartel general situado en Frensburgo, al norte del país. Desde allí intentó organizar de nuevo el estado nazi junto a sus colaboradores, aunque con el armisticio de los Aliados que jamás lo reconocieron como sucesor de Hitler.

Después de firmar la rendición, durante unos diez días más, Karl Dönitz realizaba reuniones en Frensburgo con la intención de que Alemania y la mayoría de sus compatriotas no cayeran bajo el mando ruso.

El 22 de mayo fue finalmente detenido y puesto a disposición judicial para ser juzgado en los juicios de Núremberg. Su pena fue mínima comparada a la sus colaboradores y personas más cercanas a Hitler. En diez años salió de la cárcel y escapó de las penas de muerte y cadenas perpetuas que otros generales nazis recibieron.