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Melyssa da a conocer en ‘Supervivientes’ sus problemas de alimentación

Melyssa se sincera como nunca en el puente de las emociones de 'Supervivientes'

Melyssa Pinto se ha convertido, sin saberlo, en la protagonista de uno de los momentos más emotivos de la edición actual de ‘Supervivientes’. La catalana fue la primera concursante de esta edición en enfrentarse al puente de las emociones, y a pesar de ser muy reservada, dejó todos sus sentimientos al descubierto, desvelando datos de su vida hasta ahora desconocidos.

La joven volvió a ganarse el cariño de los espectadores, después de desvelar los problemas que sufrió durante su adolescencia, donde se obsesionó con su físico y acabo cayendo enferma. Una obsesión que cree que le inculcó a su hermana pequeña, y por ello siente una enorme culpa.

«Con unos 14 ó 15 años empecé a tener problemas con la alimentación y a obsesionarme mucho con mi físico y perder peso, acabé enferma. Esto nunca lo he contado porque me da miedo», explicó Melyssa.

«Vomitaba cuando comía, me obsesionaba con las calorías y empecé a perder a mucho peso. La situación fue muy difícil para mis padres y para mi hermana, que tiene 11 años menos que yo», explicó con la voz entrecortada.

En cuanto al arrepentimiento, Melyssa rompió a llorar al recordar la época de su vida en la que debido a su rebeldía, hizo sufrir mucho a sus padres: «He hecho pasar a mis padres una época muy difícil. Yo no entendía que no me dejaran ser y llevar a término lo que estaba haciendo. Les trataba mal, les hablaba mal y le faltaba el respeto, y a unos padres no hay que hablarles mal ni faltarles el respeto porque ellos te dan la vida, y porque mis padres son maravillosos», dijo sin poder contener las lágrimas.

“Tengo que quererme a mí misma, yo ya estaba empezando un proceso y esta experiencia me está ayudando a quererme y a confiar en mí. Aquí he demostrado que puedo con todo» expresó.

La joven concluyó asegurando que este concurso también le ha ayudado a valorar mucho más todo. «Supervivientes’ me ha ayudado mucho a valorar la comida, a valorar lo que no es superfluo, ni material, lo que es la vida. Yo que me he sentido pequeña desde un inicio y me he vuelto muy grande, me siento mucho más fuerte y más confiada conmigo misma».