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Sánchez oculta al Congreso la compra «urgente» de una cúpula antidrones en pleno debate sobre el rearme

Los socios del Gobierno están exigiendo una mayor transparencia y fiscalización en las partidas del gasto de Defensa

antidrones

El Gobierno instalará una cúpula antidrones para proteger las bases del Ejército. El Ministerio de Defensa ha licitado un «contrato de urgencia» para implementar sistemas que ofrezcan un nivel aceptable de protección C-UAS (Counter- Unmanned Aerial Systems) por valor de un millón de euros. Un gasto en defensa que se produce en pleno debate sobre el rearme de los países de la Unión Europea y en un momento en el que los socios del Gobierno están rechazando el incremento de las partidas militares y exigiendo una mayor transparencia y fiscalización en este tipo de contratos.

El contrato que ha licitado el ministerio de Margarita Robles tiene como objetivo evitar los ataques de drones que sobrevuelan las bases militares. Según Defensa, desde el año 2016 se vienen realizando registros de incidentes en las bases aéreas por avistamientos de drones. Estos incidentes obligan, en muchas ocasiones, al cierre de la base donde se producen, dado el grave riesgo que conllevan para la seguridad de vuelo y, por tanto, para la operatividad de las unidades del Ejército del Aire.

Debido a la proliferación de estos sistemas, es altamente probable que estos incidentes no dejen de aumentar (…) Es imperativo el uso de sistemas que ofrezcan un nivel aceptable de protección C-UAS frente a esa amenaza. Para defenderse de la amenaza UAS es necesario un sistema basado en la detección de la radiofrecuencia entre el dron y su operador que permita la localización, seguimiento, identificación y neutralización de los drones que sobrevuelan las bases aéreas», reza el contrato.

Así, el Gobierno gastará un millón de euros en sistemas de detección pasiva que no emitan señales para no interferir con otras tecnologías del entorno y sistemas de neutralización que utilicen tecnología activa generando ruido electromagnético en las frecuencias empleadas por los drones para su comunicación, de manera que interrumpan la conexión entre el dron y su operador, neutralizándolo de manera efectiva.

Fórmulas para subir el gasto militar

Lo cierto es que, el modus operandi de Sánchez para elevar el gasto militar sigue siendo todo un misterio. El Gobierno ya está lanzando globos sonda para cumplir su promesa con la UE sin contar con otros partidos. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, defendía este martes en Bruselas que la ausencia de presupuestos «no ha sido un obstáculo» para que España logre incrementar su gasto en defensa y ha recordado que, pese a ello, ha sido uno de los países que más ha aumentado su contribución en materia de seguridad.

El último incremento en el presupuesto de defensa que pasó por el Congreso tuvo lugar en noviembre de 2022, dentro de las cuentas para 2023. En ese momento, PSOE, Vox y PNV respaldaron la medida, al igual que ERC y Podemos, aunque su apoyo ahora es incierto. En contra se posicionaron PP, Junts, Bildu, BNG e Izquierda Unida. Actualmente, el panorama es aún más incierto, con la mayoría de los votos en el aire, lo que deja a Sánchez en una situación complicada si opta por llevar la propuesta al Congreso.

No obstante, el Gobierno ha encontrado formas de incrementar el gasto en defensa sin necesidad de someterlo a votación parlamentaria. Desde la aprobación de los Presupuestos de 2023, la inversión militar ha aumentado en 5.000 millones de euros mediante mecanismos que no requieren la intervención del Congreso.

Las principales herramientas utilizadas han sido la ampliación de crédito gestionada por el Ministerio de Hacienda y la aprobación de programas especiales de defensa, los cuales permiten modificar los límites de gasto sin pasar por el Congreso. Estas estrategias evitan enfrentamientos políticos y reducen el riesgo de sufrir derrotas en votaciones clave.

Además, Sánchez dispone de otra estrategia: modificar la definición de lo que se considera gasto en defensa. Esto implica incluir dentro del presupuesto militar partidas que antes no se contabilizaban como tales, permitiendo aumentar la cifra total sin que haya un incremento real en la inversión. Ejemplos de esto podrían ser las asignaciones para ciberseguridad, las pensiones de militares retirados o los fondos destinados a la ayuda a Ucrania. Solo con este ajuste contable, España podría sumar 6.000 millones adicionales al gasto en defensa sin necesidad de aprobar nuevas partidas presupuestarias.

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