España

Rovira elogió a Carmena en los Goya porque su hija fue directora de casting de Ocho apellidos vascos

Dani Rovira ha enfadado a la dirección de la Academia de Cine por las palabras dedicadas a Manuela Carmena en la pasada edición de los Premios Goya. Con un «Manuela Carmena, que hayas decidido venir a la fiesta del cine español siempre te lo agradeceremos Manuela Carmena, siempre», el protagonista de una de las cintas más taquilleras en la historia del cine español, rendía un tributo a la regidora de la capital madrileña, a la vez que ironizaba con el tuit que en su día publicó en la red social Cayetana Álvarez de Toledo: «Jamás te lo perdonaré Manuela Carmena, jamás».

Según ha podido saber OKDIARIO, en la Academia no sentaron nada bien las palabras de Rovira y a día de hoy el malestar continúa. Según las mismas fuentes, esta misma semana, desde la Academia han reiterado su disgusto por el discurso improvisado del intérprete ya que fue a modo de agradecimiento a la hija de la alcaldesa, Eva Leira, directora de casting de, entre otras películas, ‘Ocho apellidos vascos’, cinta que catapultó a Dani Rovira como uno de los mejores actores cómicos de nuestro país.

Fuentes de la Academia tachan de vergonzoso el uso personal que hizo el presentador de esa gala, saltándose el guión establecido, para tener un gesto con la mujer que apoyó su carrera.

Según dicen las mismas fuentes, la Academia del Cine español lleva dos años exigiendo a los presentadores de la gala respetar el guión desde el principio hasta el final, algo que Rovira ignoró por completo al lanzar su propio homenaje a la alcaldesa de Madrid. Esta medida se instauró con el fin de acabar con la politización más que evidente de esta celebración los años anteriores. Éste es precisamente el motivo del malestar surgido en la entidad.

Otras voces apuntan a que las palabras de Rovira días después del acto en las que afirmaba estar decepcionado con los Goya y afirmaba no querer repetir la labor de ser el presentador de la ceremonia, podrían responder al enfado surgido por su actitud y a sabiendas de que probablemente no vuelva a recibir la invitación para volver a hacerlo.