País Vasco

Los radicales ponen a la Ertzaintza en el punto de mira de sus ataques violentos

Ertzaintza
Cartel contra la Ertzaintza.

Los radicales aprovechan las protestas de los últimos días contra los toques de queda para apuntar directamente a la Ertzaintza colocando carteles con fotos de agentes. El pasado fin de semana ha dejado un reguero de manifestaciones, destrozos y detenciones a lo largo de todo el país. En casi todas las ciudades se han producido disturbios de mayor o menor intensidad. Se han visto correcalles huyendo de los diferentes cuerpos policiales, destrucción de mobiliario urbano, incendio de contenedores o lanzamiento de adoquines.

Es preocupante decirlo pero, en general, no se ha visto nada que no se vaya observando en los últimos años cada vez que existe una excusa para la protesta violenta y callejera. Madrid, Barcelona, Málaga y, esta vez especialmente Logroño, entre otras, han vuelto a ser escenario de la violencia ejercida contra todo y contra todos. Negocios saqueados, escaparates destruidos, vehículos particulares afectados… Insisto, un nuevo clásico a la hora de protestar que al parecer ha venido pata quedarse. En esta ocasión son varios los agentes actuantes en diferentes ciudades de España que confirman a OKDIARIO la presencia de personas de extrema izquierda, de extrema derecha e incluso menas (menores inmigrantes no acompañados) en este tipo de protestas violentas que han sido absolutamente transversales.

Contra los agentes

Sin embargo, mención especial merece lo que sucedió en el País Vasco. Este diario ha obtenido imágenes facilitadas por fuentes policiales de la preocupante propaganda antipolicial que se ha difundido durante estas jornadas de violencia. Los organizadores de algunas de estas manifestaciones no improvisaron sus protestas contra los policías que trataban de preservar el orden público. Marcaron sus objetivos horas antes de los disturbios para dejar bien claro quiénes eran uno de sus objetivos: los agentes de la Ertzaintza.

Los carteles cuyas imágenes acompañan este reportaje muestran un fondo negro sobre el que una repetitiva tipografía roja plasma un mensaje en euskera cuya traducción es “la salud no es excusa, stop control social”.

Hasta ahí nada especialmente reseñable hasta que nos fijamos en la fotografía que predomina en el cartel: un agente de la Ertzaintza, encapuchado y usando un teléfono a modo de libreta para apuntar datos. Lo más grave llega al fijarse en el número identificativo de la solapa del agente, bien visible, sin lugar a errores: 1312, ¿un número sin más? Ni de lejos. Se trata del acrónimo cifrado de A.C.A.B., las siglas que resumen uno de los lemas antipoliciales más famosos del mundo: All Cops Are Bastards, traducido como “todos los policías son bastardos”, una consigna internacionalizada que denuncia casos de presunta brutalidad policial.
¿Y quién está detrás de estos carteles? Ernai, una asociación política juvenil cuyo nombre se traduce como despierto o atento y que es considerada la organización heredera de Segi.

Las fuentes policiales consultadas por OKDIARIO confirman que este tipo de propaganda y carteles es habitual, y que poco o nada se hace para, si bien no evitarlos, al menos sancionarlos. Al fin y al cabo, el cartel en el que nos centramos en este artículo el agente aparece con el rostro tapado. Pero hay más. En otro de esos carteles puede verse a un grupo de policías vascos con mascarilla. Y en esa imagen no se discrimina, cualquiera con uniforme es un represor. El ambiente de violencia previo a la manifestación estaba servido y el objetivo de los manifestantes perfectamente definido. El resto fuego, piedras y agresiones.

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