España
Orden a los agentes

Marlaska exige a los guardias del chalet de Iglesias no alzar la voz para «no molestar a las autoridades»

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La Guardia Civil ha emitido una orden de servicio a los agentes que vigilan el chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar en la que se les exige que eviten «realizar corrillos, así como elevar el tono de voz o causar molestias innecesarias a las autoridades residentes y demás vecinos próximos».

En la instrucción, a la que ha tenido acceso OKDIARIO y que está fechada el 13 de marzo, se recuerda además a los guardias civiles que «en todo momento deberán guardar una compostura acorde a su condición y con las normas de cortesía oportunas, especialmente cuando se encuentren en presencia de las autoridades».

El documento, emitido un día antes del estado de alarma por la crisis del coronavirus, contiene las instrucciones para el refuerzo y el apoyo de la seguridad en la vivienda que el vicepresidente segundo y la ministra de Igualdad tienen en la urbanización de La Navata, en dicha localidad madrileña.

En él se dan las órdenes tanto a los agentes que vigilan la vivienda desde una garita en el exterior, durante 24 horas al día, como a la patrulla que vigila por los alrededores. Los contactos entre ambos dispositivos, se indica, «serán breves, y a los solos efectos de trasladarse algún incidente o necesidad».

Entre otros, la orden incide además en el «control de personas ajenas que se acerquen para realizar labores de buzoneo de correspondencia o de propaganda, entrega de paquetería o comida» y señala también que deberán «evitar daños a la finca, incluido pintadas, o la colocación de cualquier otro elemento en el vallado/muro exterior, calles circundantes o aledañas (pancartas, cartelería, banderas o cualquier otro elemento físico que contenga simbología, reivindicaciones, reclamaciones, etc)». Asimismo, se insta a los agentes a que eviten concentraciones de personas «en el tramo de calles que circundan el vallado/muro exterior del domicilio, situándolas fuera de ese espacio».

La orden ha provocado indignación en la Guardia Civil. «Es un despliegue de envergadura, que debería estar motivado por una amenaza que, en principio, no tenemos conocimiento de que exista. Además, el vicepresidente ya tiene un servicio de seguridad y escolta, y la propiedad está rodeada de un muro, que también facilita la protección», señala el secretario de comunicación de Jucil, Agustín Leal.

Leal habla además de una «desproporción desmesurada de efectivos» y avisa que «se retraen» de otras funciones «que pueden ser muy importantes». En este sentido, avisa que por la zona se mueven «bandas de crimen organizado especializadas en el robo de viviendas» y que «si los agentes están implicados en ese cometido, no pueden estar cumpliendo otros».

Desde la asociación lamentan además las afirmaciones vertidas por Iglesias, como cuando aseguró que la Guardia Civil «es una institución burguesa que protege los intereses de la clase dominante», o dijo que «muchos policías son matones al servicio de los ricos». «Aquí no sabíamos lo que era un escrache, hasta que lo puso de moda», ironizan desde el colectivo. Asimismo, recuerdan las promesas incumplidas tanto por Iglesias como por Pedro Sánchez en lo relativo a la equiparación salarial, su gran reclamación y que ha quedado en suspenso. Interior tiene aún pendiente de abonar el tercer tramo del acuerdo, de 274 millones de euros.

Protestas

En los últimos días, en las inmediaciones de la vivienda de Iglesias y Montero en Galapagar se han registrado protestas y caceroladas contra la gestión del Gobierno en la pandemia del coronavirus y que se han extendido desde el madrileño barrio de Salamanca a distintos puntos de la geografía.

El martes, como informó OKDIARIO, la Guardia Civil -cuyo despliegue se ha reforzado- colocó vallas y llegó a impedir el paso por la calle en la que residen los dirigentes de Podemos,  para evitar las concentraciones ante la residencia. Precisamente ese día, Iglesias había amenazado veladamente con escraches a Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal o Iván Espinosa de los Monteros.