Crisis del coronavirus

El Gobierno ocultó 251 muertos declarados por las autonomías entre los días 7 y 19 de junio

La propia OMS tuvo que advertir de que ella tenía 2.000 fallecidos más en sus estadísticas de los que mostraba en esos momentos España

Coronavirus: última hora en directo del Covid-19 y la nueva normalidad

Aparece un nuevo foco en Málaga eleva ya a diez los brotes activos de coronavirus en Andalucía
Aparece un nuevo foco en Málaga eleva ya a diez los brotes activos de coronavirus en Andalucía
Carlos Cuesta

El Gobierno ha mantenido durante semanas la congelación de las cifras de muertos por coronavirus. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha mantenido que la cifra de fallecidos diarios ha sido igual a cero entre los días 7 y 19 de junio. Pero durante todo ese tiempo, lo cierto es que las comunidades autónomas informaron de un total de 251 muertes a lo largo de ese periodo.

Todas esas víctimas mortales quedaron fuera del recuento oficial hasta que ese 19 de junio, de golpe, se actualizó la mortalidad acumulada pasando de mostrar un total de 27.136 personas fallecidas por el Covid-19 a 28.323.

Esa subida, que compensa la bajada realizada hace semanas de casi 2.000 víctimas, además, tampoco guarda relación con los datos trasladados por los gobiernos regionales.

El recuento de muertos por coronavirus se ha convertido en todo un ejercicio de arbitrariedad. Las cifras suben y bajan sin correlación con los datos trasladados por las autonomías. La última prueba la ha aportado la estadística más reciente de fallecidos: la generada entre los días 7 y 19 de junio.

A lo largo de ese periodo se ha generado una fuerte polémica por el hecho de que el Gobierno se empeñase en asegurar que la cifra de fallecidos por el virus había permanecido inalterable en 27.136 personas.

Pues bien, OKDIARIO ha comprado la remisión de datos por las comunidades autónomas. Y, efectivamente, el dato estable de 27.136 fallecidos a lo largo de todos esos días tan sólo existía en la mente de los responsables del Gobierno.

Durante esos días, las regiones españolas comunicaron un total de 251 fallecimientos por la enfermedad. Y los datos oficiales del Gobierno no recogieron ni uno de ellos.

Para colmo, tras ese parón, se produjo una supuesta actualización del dato de muertos que elevó el cómputo global hasta los 28.323, dato que sube de golpe la cifra en 1.187 personas. Y eso no guarda relación con ningún dato remitido por los registros regionales.

Los datos de la OMS

El jeroglífico termina de hacerse imposible cuando se sabe que desde el INE se han reconocido más de 47.000 fallecimientos adicionales este año con respecto a los de 2019 -no 28.323- y cuando, además, hace unas semanas fue también el propio Gobierno el que rebajó de golpe en casi 2.000 personas el cómputo global de muertos por coronavirus. De hecho, la propia OMS tuvo que advertir de que ella tenía 2.000 muertos más en sus estadísticas de los que mostraba en esos momentos España.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES), Fernando Simón, ha dado una serie de explicaciones un tanto increíbles a estas manipulaciones estadísticas. Él se ha referido a otro indicador, también revelador de las trampas incluidas en las estadísticas oficiales. Se ha referido a las 43.000 personas que figuran muertas «de más» en los últimos meses según el sistema de cálculo de exceso de mortalidad que ofrece el MoMo -el recuento que muestra un anticipo de la estadística de los registros civiles-.

La gran explicación de Simón se ha basado en afirmar que esas muertes no tienen que ser necesariamente provocadas por el coronavirus. Puede tratarse, asegura Simón, de personas con infartos o ictus que hayan tenido «miedo» a acudir a los hospitales por temor a contagiarse.

«No sabemos si ha habido un gran accidente», aseguró el pasado 7 de mayo Fernando Simón cuando se le preguntó por las casi 5.000 personas fallecidas de más que había detectado el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en base a los registros civiles.

Ahora, esas cifras del ISCIII apuntan a que el exceso de mortalidad registrada alcanza las 43.360 personas, más de 15.000 fallecimientos sin explicación. En esa ocasión, Simón decidió relacionar parte de esas muertes con «infartos o ictus» que no se hayan tratado a tiempo.

«Muchas personas tenían miedo de ir a los hospitales con un ictus o un infarto, las familias se pensaban mucho si llevarles. Y en esos casos, ese tiempo es vital para la evolución» clínica del paciente, defendió Simón ante un centenar de periodistas durante un encuentro telemático para explicar el nuevo cálculo de muertos por coronavirus que ha hecho oficial Sanidad.

Los datos de los registros civiles

«MoMo ha detectado que desde marzo hay 43.000 muertes más de las esperadas. En primavera lo esperado eran unos 1.300 (fallecidos) diarios», señaló Simón. De esas 43.000 muertes, tal y como refleja el ISCIII, más 35.000 corresponden a personas mayores de 74 años, el colectivo con el que más se ha cebado la pandemia.

El dato de recuento autonómico entre los días 7 y 19 de junio aporta una prueba más de que las estadísticas de muertes se han aprovechado de una trampa para rebajar artificialmente la fotografía de letalidad del virus en España. Una trampa que consiste en no incluir en el recuento a los fallecidos sin prueba o test.  Puesto que no se han hecho test de forma generalizada, el Gobierno ha convertido una de sus más graves responsabilidades, la de no haber incrementado la compra y realización de tests, en su alisado mediático para intentar endulzar la mortalidad.

Lo último en España

Últimas noticias