España

España reitera el rechazo al control israelí de los Altos del Golán sirios

El Gobierno español ha reiterado este lunes su rechazo al control israelí de los Altos del Golán sirios, conforme a las resoluciones de la ONU al respecto y pese al reconocimiento de la soberanía israelí sobre este territorio formalizado este lunes por Estados Unidos.

El Gobierno de España desea reiterar su posición sobre los Altos del Golán, que coincide con la recogida en diversas resoluciones de Naciones Unidas», ha explicado el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en un comunicado.

En el mismo, recuerda que «la adquisición de territorio por la fuerza es inadmisible con arreglo a la Carta de Naciones Unidas y los principios del Derecho Internacional». «Por tanto, España no reconoce la soberanía de Israel sobre dichos territorios», concluye.

Ocupación militar

Los Altos del Golán son un territorio que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967) y se anexionó de forma efectiva este territorio bajo ocupación militar en 1981, en un movimiento no reconocido por la comunidad internacional que plasmó su rechazo en una resolución aprobada por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU.

La Resolución 497 denuncia la «adquisición de territorio por la fuerza», la califica de «inadmisible» y «exige a Israel, la potencia ocupante, que revoque su decisión de inmediato». La resolución fue aprobada después de que Israel anunciara la anexión efectiva de los Altos del Golán –ocupados desde 1967– y la aplicación de la jurisdicción y las leyes israelíes a este territorio.

El reconocimiento de Estados Unidos colma otra de las aspiraciones israelíes, después de que el Gobierno de Trump trasladara la Embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, reconociendo así a la Ciudad Santa como capital del país, en contra del consenso internacional sobre la necesidad de que su estatus se acuerde en un eventual diálogo de paz.

En los Altos del Golán hay unos 20.000 colonos viviendo en más de una treintena de colonias judías, la mayoría en posiciones elevadas, además de 20.000 sirios mayoritariamente drusos. La construcción de asentamientos y la colonización de territorios ocupados militarmente supone un crimen de guerra desde el punto de vista del Derecho Internacional.