Errejón no quiere ‘pena de telediario’: pide a la juez entrar por el garaje para evitar a la prensa

El diputado de Más País, Íñigo Errejón, intenta por todos los medios que su imagen entrando en los juzgados de Plaza de Castilla no abra los telediarios del mediodía del 25 de enero. Por eso, su abogado, Javier Moreno, ha pedido al decanato de los Juzgados de Madrid el privilegio de poder acceder al juicio por el garaje. Para dar respuesta a esa solicitud, la juez decana de Madrid ha preguntado al Juzgado de Instrucción número 16 «si existen motivos que impidan garantizar la seguridad del señor Errejón Galván», única cuestión que preocupa en los juzgados.

El 25 de enero el diputado y portavoz de Más País se enfrentará a un juicio por delito de lesiones sobre un enfermo de cáncer al que presuntamente habría dado una patada el 2 de mayo de 2021 cuando le pidió hacerse un selfi con él. Ya intentó que la comparecencia fuese a puerta cerrada y sin imágenes de vídeo para que la prensa no pudiese informar libremente de lo que ocurría dentro de la sala y cómo justificaba lo ocurrido aquella noche en el madrileño barrio de Lavapies.

Pero la juez Margarita Valcarce, titular de la sala de Instrucción número 16, logró parar los pies al diputado Errejón. Según una providencia de la magistrada dictada horas después de una información adelantada por OKDIARIO donde se contaba el intento de Errejón de impedir esta grabación, el juicio podrá ser grabado al inicio del mismo por las televisiones en la modalidad que se conoce como «mudo», con el diputado Íñigo Errejón sentado en el banquillo de los acusados y luego podrá ser seguido por los medios de comunicación que se acrediten en directo en una sala habilitada para ellos en los juzgados de Plaza de Castilla.

Lejos de tirar la toalla la defensa de Errejón escribió el pasado 19 de enero al Juzgado Decano de Madrid con la petición para acceder por el garaje y por eso se pide información sobre si peligra la «seguridad del señor Errejón Galván» para acceder o denegar esta petición. De esta manera, Errejón pretende emular a Shakira, Cristiano Ronaldo o Miguel Bosé, que entraron en coche en los juzgados para eludir las incómodas preguntas de los periodistas.

La juez de Instrucción 16 ya tuvo que dictar este jueves una providencia en respuesta a una petición del organismo de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ante la multitud de medios de comunicación que se han interesado por este juicio, que tendrá lugar el próximo 25 de enero de 2022 tras varias maniobras dilatorias por parte de Errejón.

Si no hay más sorpresas, y hay quien no las descarta, el diputado nacional por Más País se sentará en el banquillo de los acusados por haber presuntamente pateado a un vecino de 67 años convaleciente de una operación por cáncer en el barrio de Lavapiés en Madrid. El juicio debería ser audiencia pública porque no cumple ninguno de los requisitos que la ley prevé para celebrarlo a puerta cerrada. Sin embargo, OKDIARIO ya adelantó que Errejón quería que fuese a puerta cerrada.

Interés general

El pasado 17 de enero el Gabinete de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Madrid se puso en contacto con Margarita Valcarce, la juez que el día 25 juzgará a Errejón y la misma que ha instruido la investigación judicial contra él. El Gabinete estima que esta vista va a propiciar interés por la importancia de la persona investigada y por la repercusión mediática de un caso contado minuto a minuto y a través de varias exclusivas por OKDIARIO.

En aras de responder al interés general y de ordenar la asistencia y el seguimiento del juicio contra Errejón, los periodistas del gabinete le ofrecieron a la juez poder emitir la vista íntegramente en directo a través de canales abiertos de internet tal y como se viene haciendo semanalmente en juzgados de toda España donde se celebran vistas por motivos muchísimo más graves pero tal vez menos vergonzantes que patear presuntamente a un jubilado enfermo de cáncer. La juez recogió la petición e hizo consultas telefónicas a las partes interesadas para conocer su opinión. La sorpresa llegó cuando la juez llamó de nuevo al gabinete para informar negativamente sobre su petición. No permitía ni la grabación ni la retransmisión de la vista porque una de las partes implicadas, Íñigo Errejón, no accedía a la petición.

Pese a lo inaudito de la respuesta los responsables de la comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) tenían una alternativa para su señoría: habilitar una sala en los juzgados en la que los periodistas, en respuesta a un interés general sobradamente demostrado por decenas de medios de comunicación por este asunto, pudieran ver y tomar notas del juicio. Ojo, sin poder grabar ni un segundo de lo que ocurriera en la sala. Pues esto, según ha podido saber OKDIARIO, a Errejón tampoco le valía. Deseaba un juicio sin luz ni taquígrafos.

La Justicia persigue a Íñigo Errejón desde el pasado 2 de mayo de 2021 para que responda de una patada presuntamente propinada sobre un jubilado con cáncer, A.D.C., cuando le pidió hacerse un selfi con él. La víctima denunció una agresión, que ha sido contada por OKDIARIO en exclusiva en varias entregas, ofreciendo incluso los vídeos de ese momento.

Errejón ha evitado siempre dar explicaciones. Sólo lo hizo en el Congreso de los Diputados durante una rueda de prensa, y no por iniciativa propia. Tuvo que ser un periodista de OKDIARIO quien le preguntara por una información que era pública desde hacía días a través de este diario.

Si las intenciones de Errejón hubiesen prosperado no habríamos podido escuchar al testigo que lo vio patear a un hombre que le pidió hacerse una foto, ni a la víctima, ni tampoco sabríamos qué tiene que decir el diputado de los vídeos en los que se le ve haciéndole gestos al denunciante retándolo para que acuda a dónde está. Todos los testigos, incluidos los dos acompañantes del diputado de aquella noche, están obligados a decir verdad.

Si el día del juicio Errejón decide eludir a la prensa a bordo de un coche y a través del garaje será un paso más en su estrategia de opacidad y en contra de la transparencia que tanto reclama para otros políticos.