Díaz blindó a Errejón en las listas del 23J el mismo día de la primera denuncia pública de agresión
Sumar tenía conocimiento desde hacía meses de las denuncias de violencia sexual contra Íñigo Errejón
Sumar tenía conocimiento desde hacía meses de las denuncias de violencia sexual contra Íñigo Errejón. Pese a ello, la formación decidió ignorarlas y seguir adelante como si nada ocurriese. En 2023, Yolanda Díaz estaba ocupada en el lanzamiento de su partido para hacer la guerra a Podemos. Para ello, reclutó a Errejón, una de sus manos derechas en el «movimiento ciudadano» Sumar. Errejón fue su gran apoyo para poner en marcha el partido y Díaz le correspondió con un puesto destacado en las listas de las generales del 23 de julio, el cuarto por Madrid. Es decir, con amplísimas opciones de salir elegido, tal y como ocurrió. El 19 de junio expiraba el plazo para que los partidos registrasen sus candidaturas al 23J. Y ese mismo día, una mujer denunciaba en redes sociales una agresión sexual del político.
En un detallado hilo en las redes sociales, la usuaria -bajo el pseudónimo de Charlie- narraba cómo dos días antes -17 de junio- había vivido «una situación muy incómoda con Íñigo Errejón, que se podría clasificar como agresión sexista». La denuncia no tuvo ninguna repercusión pública entonces, ni Sumar ni Más Madrid tomaron medidas.
Número cuatro en las listas
La formación cerró sus listas, con Errejón como número cuatro. Tenía margen para rectificar, pues el diputado podría no haber tomado posesión de su acta, obligándole a renunciar, como ha ocurrido ahora. Cuando el 19 de junio la chica publicó su hilo en las redes, denunciando la violencia sexual de Errejón, ya habían existido movimientos, por parte de Más Madrid, para tratar de evitar el escándalo. Miembros del partido eran conocedores de lo sucedido en la fiesta, y una diputada madrileña, Loreto Arenillas, había llamado incluso a la mujer para intentar frenarla, según su versión.
No es la única denuncia sobre violencia sexual que había llegado a Sumar. Como ha publicado OKDIARIO, la dirección del partido tenía conocimiento, desde hace meses, de hasta media docena de testimonios, de corte similar.
No fue sin embargo hasta este lunes -cuando una nueva denuncia anónima circuló por las redes- cuando decidió tomar medidas. Ese mismo día, la dirección del partido de Yolanda Díaz se reunió para pensar en los siguientes pasos y valorar sus responsabilidades. Se preguntó a Errejón, que admitió -según la versión de la formación- «hechos moralmente reprobables», y el partido decidió exigirle el acta. Aún así, el martes se vio a Yolanda Díaz charlar animadamente con su diputado durante la sesión plenaria en el Congreso. El jueves estalló el escándalo.
La denuncia
La «agresión sexista» denunciada por esa mujer en junio de 2023 habría tenido lugar en el evento Tremenda Fem Fest, en Castellón de la Plana. A continuación se reproduce el relato de los hechos, según su versión publicada en las redes. El tuit ha sido borrado.
«Al poco de llegar, una persona conocida mía comentó que Íñigo Errejón, diputado de Más País durante los últimos 4 años, iba a estar presente. Lo comentó como algo anecdótico, y nadie le dio mucha más importancia. Al poco rato entré al baño y cuando salí me lo encontré a él de cara esperando para entrar, pero no cruzamos palabra y ésa fue la única interacción que tuve con él en toda la noche hasta que pasó lo siguiente: Alrededor de la 1:00 de la mañana yo estaba bailando con mis amigas en grupo, y él y la gente con la que iba estaban detrás nuestro», relató.
«Al rato, dos de mis amigas, a las que nombraré como M y D, me dijeron en tono de broma que lo tenía justo detrás, y nos reímos pero una vez más no le dimos importancia. Sin embargo, al poco rato noté una mano en la cintura. Sabía que esa mano sólo podía ser de una persona, y en un primer momento pensé que simplemente quería pasar o algo por el estilo porque me recordó a ese tipo de contacto», escribió en sus redes.
«Pero cuando pasó el primer momento y ni él ni la mano se movían, pensé que debía de estar confundiéndome y simplemente estaba habiendo contacto porque él tenía la mano ahí sin darse cuenta y estábamos muy cerca. Pero no había tanta gente. Y yo me estaba moviendo porque estaba bailando, pero la mano seguía ahí, y no estaba notando tampoco el dorso de una mano, estaba notando la palma y los dedos».
«Fue en ese momento cuando empecé a darme cuenta de lo que estaba pasando, pero no me lo podía creer, pensaba que me tenía que estar equivocando. Le empecé a poner caras a D, una de las amigas que estaba más cerca, y me vio pero no me entendía. Entonces dejé de notar la mano, y eso me hizo reaccionar y contarles lo que había pasado a D y a M, pero les dije que no estaba 100% segura y que quería pensar que estaba entendiendo yo mal la situación y me estaba equivocando. Decidí dejarlo correr».
«Pero al poco rato volví a notar la mano, y esta vez lo que hice fue avisar a otra amiga distinta que tenía enfrente, C, que por estar en otra conversación dentro del grupo no se había enterado de nada de lo anterior. Llamé su atención con gestos, y cuando me miró señalé hacia abajo, hacia donde notaba la mano, porque necesitaba que otra persona me confirmase que no era algo accidental».
«Inmediatamente al mirar hacia abajo, C puso cara de shock y se lanzó a apartarle la mano de un manotazo. En ese momento yo incluso la frené un poco, porque me daba cuenta de que si reaccionábamos mucho se iba a armar mucho y muy rápido, y yo aún lo estaba procesando. Digo que se iba a armar porque era un sitio pequeño, en el que prácticamente todos estábamos interactuando con todos, y mucha gente había estado además pendiente de Errejón a lo largo de la noche, hablando con él y pidiéndole fotos», explica la denunciante.
«Si le plantábamos cara en ese momento, como hemos hecho en alguna otra ocasión cuando nos ha pasado algo similar, y la gente nos veía discutir con él en concreto, el bar entero se iba a involucrar y yo tampoco quería admitirlo todavía al 100%. Mi amiga me describió bien lo que había visto, yo de espaldas a él mientras que él estaba ladeado a mi izquierda, como pendiente de su grupo pero orientado hacia mí lo justo como para poder apoyarme la mano en la cintura desde atrás. Pero yo seguía sin poder creerlo del todo».
«¿Cómo iba a ser posible que viniese aquí un político de nivel nacional, conocido precisamente por ser de izquierdas y feminista, y me metiese mano justamente a mí, justamente en medio de un evento feminista y punk? Tenía que haber algún error. Lo dejamos correr otra vez, y yo dudaba mucho de que volviese a ocurrir después de que mi amiga C le diese el manotazo. Sin embargo al poco rato volví a notar una mano, pero esta vez en el otro lado y en el culo directamente».
«Me quedé parada sin saber cómo reaccionar, como en shock. No podía estar pasando. No sabría decir cuánto tiempo pasó exactamente, pero al igual que las otras veces, puedo asegurar que no fueron dos segundos tampoco. En algún punto paró y mis amigas M y D me vieron la cara y empezaron a preguntarme que si estaba bien, y ahí ya decidí decírselo todo al resto del grupo e ir fuera para hablar las cosas». Y concluye: «Se lo acabé contando a mis amigas y a más gente, hasta que di con una de las organizadoras del evento, a la que también se lo conté con todos los detalles, para que quedase constancia más que nada. Esta chica fue a hablar con el grupo de Errejón, y yo no sé lo que hablaron, pero se fueron enseguida del sitio».
Diputada de Más Madrid
La chica afirmó que una diputada de Más Madrid, Loreto Arenillas, la llamó para evitar que denunciase los hechos. «Me llama una chica que se presenta como Loreto, y me dice que es amiga de Errejón, a lo que yo me quedé bastante cortada. Pidió disculpas por lo que me había pasado y se presentó como mediadora para solucionar la situación y reparar el daño (…) Antes de dar más detalles de la conversación, aclararé que después descubrimos que Loreto era x, diputada de Más Madrid. Yo le dije que no entendía qué había que mediar o solucionar, que la situación era que un tío me había metido mano de fiesta, que era algo hecho». «Hacia el final de la conversación, ella me estaba diciendo que cada uno tenía su manera de solucionar las cosas, pero que a ella personalmente el escarnio público no le parecía la manera más adecuada».
Arenillas ha negado que fuera ella quien mediara para evitar la denuncia. Este viernes ha asegurado que ella reportó internamente en Más Madrid, en junio de 2023, comportamientos sexuales presuntamente censurables de Errejón y que, sin embargo, ni el partido ni la coalición Sumar actuaron. Arenillas ha acabado purgada. Ha denunciado ser víctima de «abusos» y «chivo expiatorio», tras lo que ha renunciado a su acta de diputada en la Asamblea de Madrid.
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