España

La Asociación de Memoria Histórica dice que las críticas del Rey en su discurso «no respetan los derechos humanos»

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) lamenta las palabras del discurso navideño del Rey Felipe VI en las que "relaciona el rencor con la recuperación de la memoria histórica", siendo la segunda vez en la que además "critica el proceso de recuperación de la memoria sin respetar los derechos humanos".

En estos términos se ha expresado sobre el discurso navideño del Rey de este año la asociación en una nota, en la que defiende que las víctimas de la represión franquista «quieren justicia como las del terrorismo o cualquier otro delito», y sostiene que «a un jefe del Estado no electo tienen que dolerle todos los crímenes y tiene el deber de defender y respetar el derecho de las familias de 114.226 desaparecidos del franquismo».

La asociación lamenta que «por segunda vez» en su discurso navideño el Rey Felipe ha hecho, según su opinión, declaraciones críticas hacia el proceso de recuperación de la memoria histórica y las reivindicaciones de los familiares de las víctimas de la dictadura franquista.

En concreto se refiere a la siguientes frases del discurso: «Una convivencia que se basa en la consideración y en el respeto a las personas, a las ideas y a los derechos de los demás; que requiere que cuidemos y reforcemos los profundos vínculos que nos unen y que siempre nos deben unir a todos los españoles; que es incompatible con el rencor y el resentimiento, porque estas actitudes forman parte de nuestra peor historia y no debemos permitir que renazcan».

En este sentido, la asociación recuerda que en el mensaje navideño de 2016 el Rey llevó a cabo declaraciones similares al afirmar la siguiente frase: «Son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas».

En esa ocasión la ARMH presentó una queja ante la Oficina del Defensor del Pueblo que aseguró en su respuesta que no podía llevar a cabo ninguna actuación porque el Rey no formaba parte del estado, ya que, aunque «es Jefe del Estado, su presupuesto depende del estado, trabajan a su servicio decenas de personas pagadas por el estado, pero él no tiene nada que ver con el Estado».

Para la asociación, tanto las afirmaciones de 2016, como las que hizo esta Nochebuena, contravienen la declaración universal de derechos humanos (artículos 8 y 10), así como los informes del Alto Comisionado de Naciones Unidas, ya que el grupo de trabajo contra la desaparición forzada e involuntaria y el relator especial para la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición han elaborado informes exigiendo a la instituciones españolas la garantía de los derechos de las víctimas de la dictadura franquista, explica la asociación.

El presidente de la ARMH, Emilio Silva, asegura que «un Jefe del Estado que no ha pasado por las urnas tiene que mantener una delicada distancia política y debe sentirse y mostrarse solidario con las víctimas de cualquier crimen y no dependiendo de quiénes sean y qué discurso mantengan los verdugos».

Igualmente, la asociación critica que en el mensaje navideño el Rey ha hecho numerosas alusiones a quiénes construyeron los consensos de la transición, «desde las élites de la dictadura y las de los partidos de oposición al régimen fueron legalizados para las elecciones constituyentes de 1977».

A este respecto, afirma que «ese consenso dejó sin posibilidad de presentarse a esas elecciones democráticas a las formaciones que reclamaban el retorno de una república y que no aceptaban una amnistía para las enormes y terribles violaciones de derechos humanos de la dictadura». Por ello, a su juicio se trata de «un consenso de los que ya tenían previamente un acuerdo y no un consenso nacido de un verdadero proceso de negociación entre posturas diferentes».

Además, critica que el Rey «ha vuelto a ignorar la lucha y el esfuerzo de miles de personas que se jugaron muchas cosas para que terminase la dictadura y regresara la democracia, un reconocimiento que es un deber democrático».