Ley de Memoria Histórica

El Gobierno no se atreve a exigir a una mezquita de Ceuta la retirada de una placa franquista

Placa de Franco en la Mezquita de Muley el Mehdi
Placa de Franco en la Mezquita de Muley el Mehdi
Carlos Cuesta

El Gobierno de Pedro Sánchez no se atreve a exigir la retirada de símbolos franquistas de una mezquita de Ceuta, como sí hace con la Iglesia Católica en el caso del Valle de los Caídos. La mezquita de Ceuta Muley El Mehdi ha puesto en evidencia las contradicciones de la política guerracivilista del gobierno socialista.

El templo fue construido por Franco en agradecimiento a las tropas musulmanas que combatieron en la Guerra Civil. El templo religioso no lo oculta y muestra al público una losa vertical de grandes dimensiones con el agradecimiento expreso del dictador y con la celebración del “Día de la Victoria” –franquista, por supuesto– y del “año triunfal” –evidentemente, también de Franco–.

El cartel gigante ha sido incluso reubicado con motivo de una reforma de la mezquita llevada a cabo en 2017. Pero, pese a ello la aplicación de la Ley de Memoria Histórica (de 2007) no les ha exigido la retirada del símbolo franquista.

La historia lleva a la cima de la paradoja porque la argumentación para no tocar la losa es que está en un recinto religioso. Es decir, justo lo mismo que ocurre con la tumba de Franco dentro de la Basílica del Valle de los Caídos. Pese a lo que el Gobierno sí pide actuar dentro de una iglesia y no dentro de una mezquita.

Franco ordenó construir la mezquita en agradecimiento a los musulmanes que lucharon en el bando nacional

La cuenta de Twitter @ceutacontigo ha puesto en evidencia la contradicción. Con motivo de la promoción de lugares turísticos en Ceuta para incentivar las visitas en vacaciones, la cuenta ha promocionado las visitas a la Mezquita de Muley El Mehdi, también conocida como Mezquita de Yemalquivir, que es el templo musulmán más antiguo de la ciudad autónoma española. Y en su tuit ha incluido la losa franquista que recuerda el motivo de la construcción del templo: el agradecimiento a las tropas musulmanas por haber ayudado al bando franquista a ganar la Guerra Civil. Franco, de hecho, decidió construir esta mezquita en 1937 con ese motivo.

La inmensa lámina vertical de mármol incluye una frase de Franco pronunciada en un discurso el 3 de abril de 1937, también como agradecimiento a la labor militar de los musulmanes: “… Y cuando florezcan los rosales de la paz, nosotros os entregaremos sus mejores flores”.
Y así fue: flores convertidas en el regalo de la mezquita. El templo, además, fue inaugurado el 18 de julio de 1940, en el aniversario del golpe franquista y con presencia del Jalifa de la Zona del Protectorado español en Marruecos, Muley Ismail Ben El Mehdi, al que se dedicó el nombre el templo. La mezquita fue costeada con fondos públicos españoles.

La Ley de Memoria Histórica vigente (de 2007) señala que “la Iglesia Católica será requerida para la retirada de simbología de exaltación de la Guerra Civil Española en templos y cementerios, cruces de los caídos, o cualquier otro lugar de propiedad eclesiástica”. Pero su redacción muestra lo obvio: que tanto los templos católicos como los musulmanes son inviolables en virtud de los acuerdos firmados por España con las respectivas confesiones religiosas.

Pese a ello, el Gobierno presiona a la Basílica del Valle de los Caídos para entrar a retirar la tumba del dictador Franco. Pero no se atreve a pedir la retirada de una mera lámina de mármol -que ya ha sido movida de ubicación, por lo que evidentemente, podría ser retirada sin alterar arquitectónicamente el resto del tempo- en una mezquita.

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