Economía
afecta a 200 trabajadores

Volkswagen abandona la planta rusa de Nizhny Novgorod tras casi una década

Renault, Stellantis y Volkswagen se juegan la producción de 700.000 coches este año en Rusia

El fabricante alemán de vehículos Volkswagen ha decidido abandonar definitivamente su planta rusa de Nizhny Novgorod, que lleva operativa desde hace casi una década en alianza con su socio local Gaz Group. En concreto, la firma se ha puesto en contacto con los 200 trabajadores de la planta y les ha ofrecido abandonar de forma voluntaria sus puestos de trabajo a cambio de seis meses de sueldo.

La producción en la fábrica está parada desde marzo y probablemente no se fuera a recuperar a corto plazo porque la Unión Europea decidió sancionar a Oleg Deripaska, uno de los dueños del socio ruso de Volkswagen.

De acuerdo a los sindicatos representativos en la planta, según recoge ‘Kommersant’, Volkswagen ofrece los seis salarios completos a los trabajadores que acepten la baja voluntaria antes del 17 de junio. Para aquellos que esperen hasta el 29 de junio, la compensación será únicamente de cinco salarios.

Según el diario ruso, la empresa con sede en Wolfsburg también ha informado a sus socios de que no habrá ningún tipo de producción local en Rusia durante 2022. Esto incluye a la propia planta que tiene la empresa en Kaluga y que emplea a cerca de 4.000 personas.

Renault vende su negocio en Rusia

Renault Group también ha aprobado, por unanimidad, la firma de acuerdos para la venta del 100% de las acciones de Renault Group en Renault Rusia a la ciudad de Moscú y su participación del 67,69% en Avtovaz al Instituto Central de Investigación y Desarrollo de Automóviles y Motores (NAMI). La realización de estas operaciones no está sujeta a ninguna condición y se han obtenido todas las autorizaciones requeridas.

El grupo francés suspendió toda su actividad industrial en Rusia tras la invasión de Ucrania el pasado mes de marzo de acuerdo a las sanciones internacionales impuestas por Occidente. Desde entonces, el consorcio galo estaba estudiando las posibles opciones respecto a su participación en el fabricante ruso, teniendo en cuenta los 45.000 empleados que tiene en el país.