Economía
España

La primera fábrica de diamantes de Europa está en España y es de Leonardo DiCaprio

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La pequeña localidad de Trujillo (Cáceres), conocida por su impresionante patrimonio arquitectónico, se encuentra en el centro de una transformación que promete colocarla en el mapa global de la tecnología y la sostenibilidad. Con la puesta en marcha de la primera fábrica de diamantes sintéticos de Europa, un proyecto liderado por la empresa estadounidense Diamond Foundry, respaldada por el actor y activista Leonardo DiCaprio, la región se posiciona como un referente en la fabricación ética de estas preciadas gemas. Éste ambicioso proyecto también es una apuesta económica clave para Extremadura, con una inversión inicial de 275 millones de euros que se ampliará hasta los 675 millones cuando se completen todas las fases de la planta.

Lejos de ser únicamente un capricho para la industria joyera, los diamantes producidos en esta fábrica tienen aplicaciones que abarcan desde microchips de alta tecnología hasta semiconductores para coches eléctricos y dispositivos de telefonía móvil. Al utilizar reactores de plasma para recrear las condiciones naturales de formación del diamante, Diamond Foundry no sólo elimina los problemas éticos asociados a la minería tradicional, sino que también reducirá significativamente su impacto ambiental. Por lo tanto, este enfoque pionero es un ejemplo de cómo la tecnología puede alinearse con la sostenibilidad y aportar grandes beneficios económicos a una región.

Así es la primera fábrica de diamantes de Europa

La fábrica de diamantes sintéticos, situada en el polígono industrial Arroyo Caballo de Trujillo, ya ha comenzado su fase inicial de producción con una veintena de reactores operativos. Este modelo escalonado permitirá que las instalaciones se vayan completando progresivamente, con la instalación de nuevos reactores mientras se produce en paralelo.

Según ha explicado Rafael Benjumea, presidente de Diamond Foundry España, el objetivo es finalizar la primera etapa del proyecto a finales de este año, alcanzando una capacidad para emplear a 100 personas. Una vez completadas las tres fases previstas, se espera generar alrededor de 300 empleos directos.

El compromiso de Diamond Foundry con la contratación local y la formación profesional de sus trabajadores refuerza la conexión de este proyecto con la comunidad. Además, la Junta de Extremadura ha declarado esta iniciativa como un «Proyecto de Interés Autonómico», lo que le permite acceder a incentivos económicos y programas de formación laboral.

La elección de Trujillo para ésta innovadora fábrica no fue casual. Además de ofrecer un amplio terreno, la región ofrece con una gran ventaja estratégica: la abundancia de energía renovable. La fábrica será autosuficiente gracias a una planta fotovoltaica de 120 megavatios, que garantizará que todo el proceso productivo esté alimentado al 100% por energía limpia.

Un proceso innovador

La tecnología utilizada en esta planta recrea de manera controlada las condiciones que permiten la formación natural de los diamantes, un proceso que en la Tierra puede tardar millones de años. En la fábrica de Trujillo, este fenómeno se reproduce en cuestión de semanas gracias a reactores de plasma que operan a temperaturas de hasta 1.000 grados. Todo comienza con una pequeña «semilla» de diamante, de apenas dos milímetros de grosor, sobre la que se aplican gases en estado de plasma para hacerla crecer hasta alcanzar un tamaño de seis centímetros.

Aunque muchos de estos diamantes estarán destinados a la industria de la joyería, sus aplicaciones más revolucionarias se encuentran en el ámbito tecnológico. Los diamantes, que son el mayor termoconductor conocido, son ideales para su uso en microchips de alta velocidad y supercomputadoras. Según Antonio Córdova, director general de Diamond Foundry España, estos materiales ofrecen una conducción térmica excepcional, lo que los convierte en la opción preferida para la próxima generación de microchips utilizados en inteligencia artificial y tecnologías de almacenamiento de datos avanzadas

Desde una perspectiva medioambiental, la fábrica de Trujillo marca un antes y un después en la producción de diamantes. La eliminación de prácticas de minería tradicional, que suelen estar asociadas a problemas como la explotación laboral y la destrucción de ecosistemas, representa un cambio radical en el sector. A ello se suma el uso exclusivo de energía solar para alimentar los reactores, reduciendo significativamente la huella de carbono de la producción.

El papel de Leonardo DiCaprio

La implicación de Leonardo DiCaprio en este proyecto está alineada con sus esfuerzos por promover un cambio en la manera en que consumimos recursos naturales. Como protagonista de la película «Diamantes de sangre», que denuncia el tráfico ilegal de piedras preciosas para financiar conflictos armados, el actor ha utilizado su plataforma para destacar la importancia de producir diamantes de forma ética y responsable.

Con una capacidad proyectada para producir hasta cinco millones de quilates al año, la fábrica de Trujillo está destinada a convertirse en un referente global en la producción de diamantes sintéticos. El éxito de este proyecto podría inspirar a otras regiones de España y Europa a apostar por la innovación y la sostenibilidad. En definitiva, este proyecto representa una convergencia perfecta entre tecnología, sostenibilidad y desarrollo económico.