CARLOS TORRES SERÁ quien lleve el timón

González–Páramo gana apoyos para presidir BBVA aunque no tendrá funciones ejecutivas

BBVA
José Manuel González–Páramo, consejero ejecutivo de BBVA. (Foto: BBVA)

El consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel González–Páramo, es el favorito dentro del Consejo de Administración de la entidad para convertirse en el sustituto de Francisco González en la presidencia de BBVA. Este doctor en Economía que fue miembro del máximo órgano de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) entre 2004 y 2012 no tendrá funciones ejecutivas, ya que el timón lo llevará el actual consejero delegado de BBVA, Carlos Torres.

Así lo han confirmado fuentes del sector financiero a OKDIARIO, que apuntan a que el proceso de sucesión ha comenzado oficialmente con los recientes cambios en el Consejo de Administración de BBVA que se confirmarán en Junta General de Accionistas el próximo marzo; entre los cuales destaca la llegada del ex gobernador del Banco de España, Jaime Caruana.

El que será nuevo presidente de BBVA es un profesional de reconocida reputación y ha desempeñado puestos de responsabilidad en política monetaria y en el sector privado, teniendo también una amplia experiencia tanto en el ámbito académico como en el del asesoramiento.

Francisco González ya apuntó en la presentación de resultados del banco correspondientes al cierre de 2017 que su sucesor sería Torres, aunque no precisó el cargo concreto que ocuparía el consejero delegado cuando el presidente tenga que dejar el puesto al cumplir 75 años de edad. La intención del equipo directivo del banco es seguir las pautas del BCE y separar la presidencia de la toma de decisiones, por que González–Páramo ocuparía el sillón de González y Torres su capacidad de maniobra y gestión.

Del mismo modo que hizo en su día Banco Santander con la incorporación de otro ex gobernador del Banco de España (Luis Ángel Rojo), la llegada de Caruana como consejero independiente es una forma de trasladar al mercado que el proceso de sucesión se hará de forma ordenada y siguiendo los principios de bueno gobierno corporativo.

Y es que a nadie se le escapa que la decisión de situar a Carlos Torres al frente del gigante financiero en el que se ha convertido BBVA es una decisión personal de González, que le nombró consejero delegado en 2015 en sustitución de Ángel Cano para que impulsara la transformación tecnológica del grupo.

De esta forma, incorporando a Caruana como consejero independiente y situando a González–Páramo en la presidencia y a Torres otorgándole el poder ejecutivo a su cargo de consejero delegadose cerraría el círculo y BBVA tendría una estructura de dirección corporativa más moderna y acorde con las del resto de países europeos.

Las fuentes consultadas indican que estos cambios no provocarán la salida completa de González de BBVA, ya que el plan es nombrarle presidente de honor. Para pilotar este proceso la persona de confianza del banquero es el consejero José Antonio Fernández Rivero, un directivo que participó en la fusión de Argentaria con el Banco Bilbao Vizcaya (BBV).

En el mercado se habla de otra posibilidad que no se descarta dados los antecedentes de FG, que es como se conoce al presidente de BBVA: que vuelva a modificar los estatutos de la entidad financiera para mantenerse unos años más en el cargo y no se vea obligado a ceder al testigo al cumplir los 75 años en 2019. El BCE ya ha trasladado al banco español que no vería  está maniobra con buenos ojos.

Además de Caruana, los accionistas de BBVA aprobarán la entrada de otros dos consejeros independientes, Ana Peralta, que procede de Deutsche Bank España; y el belga Jan Verplancke que ha sido responsable del área tecnológica de Standard Chartered Bank como director de Información (CIO) y director global de Tecnología y Operaciones Bancarias.

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