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Una filial de Grifols abona 266,4 millones de euros a Scranton a través de dividendos

Este saldo esta incluido por la compañía en otros activos financieros con partes vinculadas

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

La empresa controlada por Grifols BPC Plasma pagó un dividendo de 266,4 millones de euros en 2023 a Scranton Plasma, un family office vinculado a la familia fundadora, según revela su informe financiero anual publicado este jueves ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Este saldo esta incluido por la compañía en otros activos financieros con partes vinculadas y la farmacéutica catalana ha explicado que estos saldos han sido reclasificados de largo plazo a corto plazo de acuerdo con su vencimiento.

Grifols y Scranton

La compañía de hemoderivados ha asegurado que este pago no ha tenido salida de caja, compensando otros activos financieros no corrientes, aunque la distribución sí ha tenido un impacto contra las reservas de las participaciones no dominantes del grupo. Según ha informado la compañía, este dividendo corresponde al resultado de los cuatro ejercicios anteriores.

El pasado día 20, la firma de análisis Gotham City planteaba una nueva batería de preguntas a Grifols relacionadas con la naturaleza de relación entre la compañía y el family office Scranton.

Tras congratularse de que sus denuncias previas han motivado cambios en el gobierno corporativo de Grifols, que se han traducido en la desvinculación de los miembros de la familia de la gestión de la compañía de hemoderivados, Gotham centraba su nueva batería de preguntas sobre el papel de Scranton en las operaciones de la firma.

En este contexto, las acciones de Grifols se han hundido este jueves un 34,93% en la peor sesión en Bolsa de su historia, situándose la acción a 7,584 euros, mínimos de marzo de 2012, después de haber celebrado su reunión con analistas en el día de la publicación de sus cuentas anuales, que no han sido auditadas aún por KPMG.

Grifols ha abierto esta sesión, al conocerse los resultados, con una caída de más del 6% y sus acciones intercambiándose a un precio de 10,865 euros; con todo, los descensos se han intensificado con especial virulencia en el último tramo de la negociación, cuando los inversores digerían la reunión con los analistas, y restando así la acción cuatro euros respecto al dato de cierre de ayer, hasta situarse en los mencionados 7,594 euros.

En lo que va de año, Grifols ha perdido la mitad de su capitalización -en concreto, acumula una caída bursátil del 50,93%-, por lo que al cierre de este jueves su valor en Bolsa se situaba en torno a los 4.500 millones, lejos de los casi 10.000 con los que cerró 2023.

La acción ha perforado los mínimos del pasado 19 de enero -entonces el precio se situó en los 8,368 euros-, cuando la acción ya se veía afectada por el informe el 9 de enero de Gotham City Research que acusaba a la compañía catalana de maquillar sus cuentas, y ha retrocedido a niveles no vistos en más de una década, hasta marzo de 2012.

La firma, que ha presentado sus resultados no auditados, ha asegurado que «ha recibido confirmación por escrito de KPMG de que espera completar sus procedimientos internos y emitir su opinión de auditoría antes del 8 de marzo de 2024, adelantándose a la fecha límite de la legislación española vigente».

Asimismo, Jaime Costos, actual miembro del consejo de administración de Grifols, no ha firmado las cuentas anuales publicadas este jueves por la compañía de hemoderivados al estar ausente «por motivos personales» en la reunión del consejo de administración celebrada ayer en Barcelona.

No obstante, la compañía ha asegurado que Costos no ha manifestado «disconformidad ni oposición alguna con la documentación remitida», según figura en el informe anual de la compañía remitido a la CNMV.

«Los estados financieros intermedios resumidos consolidados han sido preparados de acuerdo con las NIIF y aprobadas por el consejo de administración de Grifols», según asegura la compañía.

La firma de hemoderivados ha anunciado en su reunión con analistas que el presidente ejecutivo y consejero delegado de Grifols, Thomas Glanzmann, se convertirá en presidente no ejecutivo de la empresa a partir de 2025.

Sede de Grifols en la localidad madrileña de Coslada.

Glanzmann ha explicado que este cambio está «en línea con las prácticas de buena gobernanza» y que durante este año trabajará mano a mano con Nacho Abia, que asumirá el cargo de CEO de la empresa a partir del próximo 1 de abril.

Ha añadido que como parte de los trabajos para mejorar la gobernanza de la empresa, implementarán «mejoras relevantes siempre que sea necesario». «Simplificaremos estructuras y no realizaremos ninguna nueva transacción con partes relacionadas», ha dicho en referencia a Scranton y las dudas vertidas por Gotham City Research acerca de la relación entre ambas sociedades.

Grifols obtuvo un beneficio de 59,3 millones de euros en 2023, lo que supone un descenso del 71,5% con relación a las ganancias de 208,3 millones registradas en el ejercicio precedente, al tiempo que se ha anotado unos ingresos récord de 6.592 millones, un 8,7% más.