Economía
SECTOR PRIMARIO

Los agricultores rechazan la tibia reforma de Bruselas y seguirán con las protestas si no hay cambios

El sector considera que las próximas elecciones europeas impiden hacer reformas estructurales en la PAC

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Los agricultores volverán a manifestarse en octubre si el nuevo Parlamento Europeo constituido tras las elecciones comunitarias no hace una reforma integral de la Política Agraria Común (PAC) para cambiar «radicalmente su enfoque», según ha desvelado el sector a OKDIARIO. Los trabajadores agrarios consideran que las últimas medidas de Bruselas van en la buena dirección y que la falta de tiempo por los próximos comicios impide una reforma integral que tendrá que darse a partir de septiembre.

«Estamos reivindicando una política que sea más agraria y menos medioambientalista, pero somos conscientes de que, para poder hacer eso, hay que cambiar el reglamento del Consejo y del Parlamento», explica Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones, la segunda asociación agrícola más representativa de España.

Agricultores y la PAC

Sin embargo, para cambiar estos reglamentos europeos, los políticos de la Unión necesitan tiempo y «al Parlamento sólo le queda un par de plenos por las elecciones de junio». Es decir, los comicios impiden que se puedan «hacer reformas mucho más drásticas de las que de las que estamos viendo».  «No se puede hacer lo que estamos pidiendo, el tiempo no da para ello», lamenta Cortés.

Los agricultores creen que «mucho más de lo que se ha hecho no se podía hacer». «El Consejo de Ministros no tiene competencia (para cumplir con las reivindicaciones del sector), ya que no pueden modificar el reglamento del Consejo y de y del Parlamento», por lo que el resultado de las manifestaciones ha sido que «se han puesto parches» mientras no haya más margen legislativo.

«Lo importante es que ha quedado en la conciencia, tanto del Parlamento como del Consejo, de que hay que hacer una reforma integral en septiembre, cuando esté ya constituido el nuevo Parlamento Europeo», declara el representante agrario.

La formación de un nuevo Parlamento se presenta como una oportunidad para los agricultores: «Hay que reformar la política agraria de arriba a abajo de cara a 2025». Es decir, las medidas que ha tomado Bruselas «no satisface» las pretensiones del sector, pero sí que marcan la dirección de futuras medidas políticas.

Vista general del Parlamento Europeo. (Foto: Ep)

Así, si el nuevo Parlamento constituido tras los comicios no cede y continúa sin realizar reformas integrales, el sector volverá a las calles: «Si vemos que no cambian nada, empezaremos las movilizaciones y no esperaremos a enero ni a febrero, sino que comenzaríamos ya en el otoño, porque esta política agraria no puede aguantar más allá del año 2024».

Por tanto, los agricultores cesarán en sus protestas a la espera de pasos legislativos y entendimiento político. Además, la actual época del año les impone una serie de obligaciones laborales: «Estamos prácticamente a mediados de abril y hay que sembrar el maíz, los tomates, la remolacha… Todos los frutales están ya en pleno apogeo y las viñas van a empezar a brotar. Somos autónomos y no podemos estar permanentemente en la carretera. Tenemos que hacer también nuestra la labor en el campo».

Cesiones de Europa

La Comisión Europea ya ha cedido ante las peticiones de los agricultores y ha decidido librará a aquellos que posean pequeñas explotaciones de controles y sanciones relacionados con los requisitos medioambientales que se deben cumplir para acceder a ayudas de la PAC.

En concreto, Bruselas eximirá a los productores que posean menos de 10 hectáreas de terreno con el objetivo de aliviar aún más la carga administrativa del campo.

El principal objetivo de estas propuestas legislativas es aliviar la carga administrativa para los agricultores de la Unión Europea y dar a los agricultores y a los Estados miembro una mayor flexibilidad para cumplir determinadas condicionalidades medioambientales.

Sin embargo, la Comisión asegura que esto no comprometerá el nivel general de ambición en lo que respecta a los objetivos de protección medioambiental y climática de la política agrícola de la UE.

Esta nueva cesión de Europa se suma a la relajación de los requisitos medioambientales asociados a las ayudas de la PAC que ya anunció el Ejecutivo comunitario a finales de febrero con el ánimo de apaciguar las movilizaciones del campo a apenas tres meses de las elecciones europeas.

Para recibir el apoyo de la PAC al que tienen derecho, los agricultores deben respetar un conjunto mejorado de nueve normas beneficiosas para el medio ambiente y el clima conocidas como BCAM, un principio de condicionalidad que se aplica a cerca del 90% de la superficie agrícola utilizada en la UE y desempeña un papel importante en la integración de prácticas agrícolas sostenibles.