No pierde en los momentos clave

Un Real Madrid para partidos grandes

El Real Madrid confirmó contra el Liverpool que muestra su mejor versión ante los grandes

Los de Zidane no han perdido contra Barcelona, Atlético, Sevilla, Atalanta, Inter o Gladbach

Un Real Madrid para partidos grandes
El Real Madrid celebra el gol de Asensio ante el Liverpool (EFE).

La victoria del Real Madrid ante el Liverpool en Champions confirmó que el de los blancos es un equipo hecho para las grandes noches. El conjunto madridista viene de sufrir importantes reveses en lo que va de temporada. Las lesiones les han condicionado en exceso a lo largo del curso, pero siempre han conseguido dar la cara en los momentos importantes, doblegando a los rivales que tenían en frente. Contra los ingleses fue una prueba más. Los de Zidane tenían ante sí el partido más importante de lo que va de curso y lo afrontaron como tal, jugando el partido más completo de toda la temporada.

Parecía que el Real Madrid era un equipo venido a menos en las últimas temporadas. Las salidas importantes que se han dado en la plantilla y el paso de los años en un vestuario que ya era veterano en el momento en que consiguieron las tres Champions consecutivas, parecían pasar factura al equipo. De hecho, la temporada apuntaba al fracaso hasta hace apenas unos meses. Ahora, las sensaciones son bien distintas.

Los madridistas han cambiado el rumbo de la temporada gracias a sus victorias contra los grandes. En los momentos en los que tenían que dar el golpe sobre la mesa, lo han hecho, lo que les ha llevado a estar peleando a estas alturas de la temporada por la Champions y por la Liga.

De hecho, los madridistas han alternado a lo largo de la temporada partidos decepcionantes ante rivales de menor entidad con grandes actuaciones en los partidos clave. Los partidos que los de Zidane se han tomado como finales, los han ganado. Esta temporada, el equipo ha conseguido imponerse en el Clásico del Camp Nou, ante el Atlético en Valdebebas, frente al Sevilla y han empatado contra los rojiblancos a domicilio. En Europa, las victorias ante Inter en dos ocasiones, Mönchengladbach y Atalanta, se suman a la obtenida en la ida de cuartos.

Al borde del precipicio al comienzo de la temporada

La imagen mostrada en los grandes partidos nada tiene que ver con la que se vio al comienzo del curso. Cabe recordar que el conjunto madridista estuvo al punto de decir adiós a la temporada en diciembre, cuando pudieron quedar eliminados de la Champions en fase de grupos. También en Liga han estado cerca de quedarse sin opciones de pelear por el título en varias ocasiones, además de quedar eliminados en su primer partido de Copa ante un Segunda B.

En total, los blancos han perdido ocho encuentros en lo que va de temporada. Todos ellos, ante rivales de menor entidad o en horas bajas. Zidane quedó muy tocado tras las derrotas ante Cádiz, Shakhtar -en dos ocasiones-, Valencia y Alavés. A ellas se sumó un empate en Mönchengladbach, que se logró en el descuento, y que dejó al Real Madrid más cerca de meterse en Europa League que en octavos de la Champions.

Consiguieron remontar el vuelo, pero en enero llegaron dos empates contra Elche y Osasuna y una derrota liguera frente al Levante que volvieron a ponerles cuesta arriba la pelea por la Liga. Además, quedaron fuera de la Supercopa en semifinales, al perder ante el Athletic y sufrieron una tremenda humillación contra el Alcoyano en dieciseisavos de Copa.

Sin embargo, con el paso de los meses, y a pesar de las lesiones, han conseguido alcanzar la velocidad crucero. Los madridistas encadenan 12 partidos consecutivos sin conocer la derrota, sumando 10 victorias y dos empates. El cambio de rumbo de los de Zidane les ha llevado a estar a tres puntos del Atlético de Madrid en Liga, recortando siete puntos de diferencia en los últimos dos meses, y con ventaja en los cuartos de Champions.

Un equipo competitivo, difícil de superar

Las principales causas del cambio tan brusco que se ve en el equipo de unos partidos a otros está en la mentalidad de la plantilla. Se trata de un equipo que ha ganado todo en los últimos años y que se niega a entregarse antes de tiempo. El orgullo de los blancos les lleva a pelear y competir de tú a tú contra cualquiera, a pesar de las importantes ausencias que han tenido a lo largo de la temporada.

A esto se suma que Zidane conoce perfectamente las limitaciones de su equipo. Sin embargo, el técnico se ha encargado de potenciar a lo largo de la última temporada los puntos fuertes de los suyos. Consciente de que les cuesta hacer más gol que en los últimos años, el técnico ha puesto las bases en una sólida defensa, a la que es difícil doblegar. La seguridad atrás se complementa con un centro del campo que mantiene la magia y que trata de aguantar en el apartado físico y con un ataque que, aunque no genera como antes, sigue siendo efectiva.

El resultado de todo es un equipo sólido y rocoso, al que es muy complicado superar y que consigue dar la cara en los partidos importantes. El Real Madrid parece sobre el papel un equipo venido a menos, pero en los momentos clave, siempre acaba plantando batalla. Después de la victoria ante el Liverpool, tendrán otra prueba de fuego de nuevo en Valdebebas, en el Clásico frente al Barcelona.

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