Mauricio Pochettino intentó el regreso de Rüdiger al Chelsea para recuperar a un futbolista capital en la reconstrucción de un vestuario roto que necesita líderes. El central alemán rechazó la opción de regresar a Stamford Bridge porque está obsesionado con triunfar en el Real Madrid.
Antonio Rüdiger llegó el verano pasado al Real Madrid con la carta de libertad bajo el brazo tras terminar su contrato con el Chelsea, club en el que se había convertido en una institución tras ganar la Premier y la Champions y ser uno de los mejores defensas de la liga inglesa. Rüdiger rechazó todas las ofertas de renovación que le presentaron desde Stamford Bridge porque tenía muy claro que quería jugar en el Real Madrid.
Incluso llegó a rechazar suculentas ofertas del PSG y del Bayern y hasta resistió la tentación de un Barcelona que insistió fuerte por él. Rüdiger sabía que su destino sólo podía ser el Bernabéu, así que pronto se comprometió con el Real Madrid.
El año de Rüdiger
En su primera temporada ha vivido a la sombra de Militao y Alaba, la pareja de centrales con la que el Real Madrid había ganado la Champions la temporada anterior y en la que Ancelotti confiaba a ciegas. Rüdiger sólo se hacía con un hueco en el once cuando faltaba uno de los dos titulares. Al final, su soberbia actuación en el marcaje a Haaland en el Bernabéu le quitó el mal sabor de boca de una temporada discreta en su rendimiento individual.
Pero Rüdiger no se rinde. Está obsesionado con triunfar en el Real Madrid, por eso rechazó la opción que pretendía Pochettino de su regreso al Chelsea. El central alemán no reniega de su glorioso pasado en Stamford Bridge, pero sabe que su presente y su futuro pasan por el Bernabéu.
