La vida de Gareth Bale, indudablemente, es bastante más tranquila que cuando era futbolista. A sus 32 años, el galés consideró que una vez concluido el Mundial de Qatar era el momento idóneo para retirarse. Unos meses después ha hablado sobre las diferencias entre ser jugador del Real Madrid y de cualquier otro equipo.
El cinco veces campeón de Europa relató su vivencia al aterrizar en el vestuario blanco. «Cuando entras en el vestuario del Real Madrid, simplemente te sientes un ganador. Obviamente, influye que estás rodeado de grandísimos jugadores, pero es difícil de explicar. Ganar es la mentalidad de ese club», comenzó Bale.
«Recuerdo hablar con jugadores del Liverpool antes de la primera final de Champions en la que nos enfrentamos. A ellos les costaba dormir, estaban nerviosos. Nosotros teníamos otra mentalidad. Sólo esperábamos ganar, y más en una final, a pesar de que ellos llegaban jugando mejor que nosotros», añadió el delantero haciendo referencia a los días previos a la final de la decimotercera, donde se proclamó como el héroe de Kiev.
Bale reconoce en BT Sports que la presión que vivía en el Madrid por parte de prensa, aficionados y el propio club era tremenda en comparación con la MLS. El galés, tras siete temporadas vestido de blanco, se marchó a Los Ángeles para continuar su carrera deportiva. «Era mucho más tranquilo. En la MLS es más relajado, tampoco hay descensos, y simplemente, si pierdes un partido, pasas al siguiente. Se acepta mucho mejor la derrota», prosiguió.
En cambio, las derrotas en La Castellana pesaban mucho más. «En el Madrid, si perdías era como si el mundo se acabara, te crucifican, te vas a casa deprimido», sentenció. Un jugador que podría conocer esa sensación es Kylian Mbappé, del que dijo lo siguiente: «Creo que Mbappé apunta a la próxima gran superestrella, también Haaland. Ocurre en todos los deportes, tras una transición, llegan otros que ocupan su lugar», concluyó Bale.
