El Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona coge cada vez más intensidad. Desde que el conjunto blanco abriera su sección femenina hace dos temporadas, ambos equipos se han visto ya las caras en todas las competiciones posibles. En Liga, Copa, Supercopa y hasta en Champions ha habido enfrentamientos entre madridistas y culés y siempre con el mismo resultado. La superioridad del Barça es aún evidente, pero el trabajo que se está haciendo en Valdebebas se ve cada vez más reflejado sobre el césped, acercándose a velocidad crucero al nivel de los grandes equipos europeos, lo que ha provocado que la rivalidad entre los dos equipos se asemeje cada vez más a la que se da en el masculino y en el baloncesto.
En apenas dos años, muchos han sido los piques tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Cuando mejor se palpó fue en el último encuentro entre ambas, disputado en el Di Stéfano en noviembre y que acabó con un contundente 0-4. La tensión era máxima, ya no sólo porque para las de Toril suponía una prueba real de nivel, sino por el conflicto que se ha dado en los últimos meses en la selección española, donde la mayoría de las 15 jugadoras que renunciaron son del Barça, por ninguna del Real Madrid. Algo que ha abierto una brecha que, hoy por hoy, es insalvable.
La guerra entre varias de las jugadoras de uno y otro equipo es clara desde entonces y así se reflejó en la retirada del saludo de algunas de las azulgranas a las internacionales del conjunto blanco. Pero los problemas no vienen sólo del motín contra Vilda de las culés. El pasado curso, ya se vieron feos por parte del vestuario barcelonista, como el de Mapi León e Irene Paredes mofándose de Misa después de caer en cuartos de Champions.
Fue en la competición europea donde se vio al mejor Madrid hasta la fecha. Las de Toril tuvieron contra las cuerdas al Barça, que solo fue capaz de darle la vuelta a la situación gracias a un penalti inexistente en Valdebebas que provocó que las blancas se vinieran abajo cuando iban 1-0 arriba. En el Camp Nou también dieron una buena versión, llegando a ponerse 1-2 en la segunda parte.
A eso hay que sumar que desde el club catalán fomentan la rivalidad entre ambos conjuntos. Para el encuentro de la segunda vuelta de Liga F, previsto para la última semana de marzo, aún no hay disponibilidad de entradas. Sin embargo, sí que se anuncia que su venta está prohibida para aficionados madridistas, así como que «se denegará el acceso al estadio a aficionados con vestimentas o emblemas del Real Madrid».
Nuevo test en la Supercopa
Este jueves, los equipos de Giraldez y Toril se vuelven a ver las caras. Barcelona y Real Madrid se miden en las semifinales de la Supercopa de España, que se disputará en Mérida a las 19:00 horas. Será el décimo enfrentamiento entre el ambos conjuntos, que hasta ahora tiene un único dominador, puesto que las azulgranas se han llevado la victoria en los nueve partidos previos.
Después de un inicio sensacional, parecía que las blancas podrían esta temporada reducir esa enorme diferencia hasta el punto de ganar algún Clásico, pero en noviembre volvió a imponerse la lógica, con gran contundencia. Ahora, el Madrid tendrá una nueva oportunidad, que las puede llevar además a pelear por su primer título.
Aquel partido coincidió con el peor momento de juego de la temporada de las madridistas, que acabaron eliminadas de la Champions en fase de grupos ante Chelsea y PSG. Después de la decepción europea, han recuperado la sonrisa con cuatro triunfos en los que presentan una diferencia de goles de 19-2, números que invitan de nuevo a soñar con que las de Toril pueden por fin lograr una victoria que sería, cuanto menos, histórica.