El Real Madrid encontró en Nyon una nueva camada de jugadores llamada a marcar una nueva época dentro del club. Esa que se vio en 2010, cuando Toril cogió a un grupo de jugadores que hizo grandes cosas en categoría juvenil y que terminó en 2012 ascendiendo a Segunda División a lo grande. Desde entonces, por el estadio Alfredo Di Stéfano se han visto a grandes jugadores, alguno muy grande, pero nunca se ha estado tan cerca de volver a encontrar un equipo que marque tanto la diferencia como el que ganó la primera UEFA Youth League de la historia de la entidad ante el Benfica. Un grupo de futbolistas que tienen un capitán en la figura de Raúl, que ha sido capaz de sacar lo mejor de unos jugadores que estuvieron tres meses entrenando en sus domicilios, y varios jóvenes llamados a derribar la puerta del primer equipo. Posiblemente, la complicada de tirar del planeta fútbol.
Sin duda, el que más cerca está del primer equipo es Miguel Gutiérrez. Por eso se titula este artículo ‘La Quinta de Gutiérrez’, aunque podría ser la de Blanco, López, Morante, Rodríguez, Ramón o Arribas. Pero volviendo al lateral izquierdo, Europa entera ha conocido a un jugador que recaló en Valdebebas siendo alevín y que ha ido ascendiendo por los diferentes equipos del club demostrando un potencial que no ha pasado inadvertido ni para el propio Zidane. El francés es un enamorado de su juego y le ve como un firme candidato para ocupar el flanco zurdo del Santiago Bernabéu cuando Marcelo de un paso al lado.
Un poco más atrás está Luis López. Clave y uno de los principales culpables de que el Real Madrid haya ganado la UEFA Youth League. Los cuartos de final ante el Inter y la final, donde paró un penalti con 2-3 en el marcador, le confirman como un portero de presente y, sobre todo, de futuro. Un jugador que, al igual que Miguel, ha estado en dinámica de primer equipo después del confinamiento.
En defensa destaca Pablo Ramón, un central que el Real Madrid fichó del Mallorca, que este año ha sobresalido en el Juvenil A y que el próximo año está llamado a ser uno de los jefes del Castilla. Y si el primer equipo no se refuerza con un central y mantiene el nivel, quién sabe si recibirá la llamada de un Zidane que no pierde de vista a la cantera
Fuerza, calidad y físico
Tres hombres brillan con luz propia en el centro del campo. El primero Antonio Blanco, un proyecto de crack que temporada tras temporada crece más. Indiscutible en el Castilla, ha dado un recital en Nyon, especialmente ante la Juventus en octavos de final, donde su actuación llamó la atención de todos. Su socio es Iván Morante, un jugador que el Real Madrid fichó en enero del Villarreal. Un zurdo capaz de abarcar una gran parte del terreno de juego, con una gran visión de juego y con una calidad exquisita. Y por delante está Arribas. El clásico regateador de toda la vida que cada día escasea más. Un peligro constante cuando tiene la pelota y un auténtico pulmón capaz de seguir corriendo cuando los demás ya no tienen gasolina.
Y arriba también hay potencial con Pablo Rodríguez. Posiblemente, el jugador que más se parece a Raúl, al que tiene encantado con su forma de entender el fútbol. Un canario lleno de calidad y listo como pocos. De su cabeza nació el primer gol de la final.
Además de estos, el equipo que ha conquistado Europa en Nyon tiene otros muchos jugadores llamados a hacer grandes cosas. Marvin, Latasa, Chust, Dotor o Santos, entre otros, tienen potencial para formar un Castilla que está llamado a llenar de ilusión a un madridismo que disfruta cuando ve a un filial competitivo capaz de todo.