Los jugadores de las categorías inferiores del Real Madrid también arriman el hombro para tratar de poner su granito de arena en la lucha contra la crisis del coronavirus. Este es el caso de Pablo Rodríguez, jugador de La Fábrica que este curso ha alternado el Juvenil A de Dani Poyatos con el Castilla de Raúl.
El delantero, que está pasando el confinamiento en Canarias, no dudó en entregar una donación a su municipio natal para luchar contra el coronavirus. El joven decidió ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Valsequillo, su localidad natal, para tratar de ayudar a los suyos, que, como el resto de los españoles, están sufriendo en estos meses tan complicados.
El madridista ha realizado una donación en forma de material sanitario, geles hidroalcohólicos y mascarillas, que irán destinados al sector más vulnerable de su municipio. Un gesto solidario en el que Pablo ha involucrado también a la cadena de supermercados Spar que se ha unido a la iniciativa. El valsequillero sigue así la misma estela que otros futbolistas que también están tratando de contribuir para combatir al COVID-19.
Pablo es una de las perlas de La Fábrica. La próxima temporada jugará en el Castilla a las órdenes de Raúl, salvo que llegue una oferta irresistible. No obstante, la idea de todos es que siga creciendo en Valdebebas, donde no ha parado de hacer goles desde que aterrizó en la capital de España.