Rudy Fernández hizo saltar las alarmas tras retirarse cojeando en la semifinal de la Supercopa de España ante el Lenovo Tenerife. Las imágenes dejaban helada a la afición madridista. Pablo Laso ya contaba con varias bajas importantes para este duelo (Abalde, Randolph y Thompkins). Aún así el Real Madrid consiguió sacar el partido adelante y clasificarse para la final, donde no estará el escolta. Sin embargo, el jugador ha publicado un mensaje tranquilizador que invita al optimismo.
«Gracias a todo el mundo por los mensajes recibidos y también quiero agradecer a los aficionados que ayer estaban en el campo. Estoy mucho mejor y la primera observación es que tuve un gesto feo al resbalar y se produjo una hiperextensión en la rodilla. Así que estoy tranquilo y con ganas ya de recuperarme cuánto antes para estar con el equipo. Aún teniendo 36 sigo siendo de goma. Ahora apoyar al equipo desde la barrera en otra final. #halamadrid y GRACIAS», afirma.
Tras las primeras exploraciones la lesión es menos grave de lo que parecía en un primer momento. Rudy intentó salir por su propio pie pero no podía apoyar. Los médicos del Real Madrid le ayudaron a llegar al vestuario. Las imágenes hacían temer lo peor. La mala caída provocó que se le doblara la rodilla y aunque se levantó para luchar el balón acabó en el suelo con evidentes gestos de dolor.
Ahora le toca parar. No podrá estar en la final de la Supercopa frente al Barcelona, pero ya ha empezado a trabajar para volver lo antes posible. Rudy verá el primer Clásico de la temporada desde la grada. Una baja más para un Pablo Laso que ya cuenta con cuatro lesionados, sin contar a Jaycee Carroll que sigue sin contestar a la oferta de renovación y está en su rancho de Utah.
