El Real Madrid sufrió su primera derrota de la temporada en Euroliga ante un espectacular Panathinaikos (86-97). Los blancos tenían la posibilidad de conseguir la clasificación matemática para el playoff, pero deberán esperar a la próxima jornada para sellarlo definitivamente. Los griegos presentaron candidatura al título, y a ponerle las cosas muy difíciles a los blancos tras ser los primeros en vencer en Madrid.
Volvía la Euroliga al WiZink Center 28 días después. Y lo hacía tras proclamarse campeón de la Copa del Rey ante el Barcelona, por lo que la confianza era plena y estaba por las nubes. Enfrente un rocoso Panathinaikos que desde el primer minuto de partido demostró el porqué es uno de los equipos más peligrosos de esta Euroliga.
El Real Madrid tenía la oportunidad de igualar la mejor Fase Regular de su historia, que son los 23 triunfos de la temporada 2016/17 y 2022/23, además de tener la oportunidad de igualar su segundo mejor arranque en casa con 14 victorias en la temporada 2013/2014. Y todo ello a falta de ocho jornadas para el final de esta primera ronda. Pero Panathinaikos, que era cuarto clasificado de la competición europea, presentó su candidatura a ponerle las cosas muy difíciles en las rondas finales.
El primer cuarto comenzó como era de esperar, con una gran igualdad en el marcador, pero sin mucha anotación. De hecho, el Real Madrid consiguió una ventaja de seis puntos tras el primer cuarto (24-18). Pero antes de llegar al descanso se pudo vivir una de las peores versiones del conjunto blanco en lo que va de temporada. Toda la renta lograda tras el primer envite, se fue al traste tras tener nada más y nada menos que 12 pérdidas de balón. Una auténtica locura y que el Panathinaikos aprovechó, gracias al buen hacer de Lessort y Sloukas, para irse al descanso con una diferencia de +9 (36-45)
Y es que Chus Mateo tenía trabajo -y mucho- en el descanso para corregir todos los errores de la primera mitad. Se vio a un Real Madrid irreconocible, especialmente en el segundo cuarto, pero todavía quedaban 20 minutos para revertir la situación.
El Real Madrid recorta distancias
El tercer cuarto sirvió para apreciar una ligera mejoría del Real Madrid. Los de Chus Mateo salieron al parqué del Wizink Center con más acierto en el tiro en la pintura, pero sobretodo, redujeron notablemente las pérdidas. Bien es cierto que no era muy difícil, pues dejaron el listón por las nubes con las 12 pérdidas. La conclusión de la tercera tanda llegó con un resultado de 61-67 y con todo por decidir en la última manga. Pero el conjunto blanco tenía todavía muchas cosas por mejorar si quería llevarse la victoria. Yabusele fue el más destacado de los locales.
Pero Kostas Sloukas se lo puso muy complicado al Real Madrid. El veterano jugador griego y triple campeón de la Euroliga con Olympiacos y Fenerbahce, tiró del carro de su equipo para darle la victoria en un campo donde nadie lo había conseguido esta temporada. Un veterano de guerra haciendo de las suyas para privar a los blancos de la clasificación matemática al playoff de la competición. A falta de dos minutos, Marius Grigonis metió un triple desde el parking para conseguir una renta de ocho puntos (80-88). Una diferencia prácticamente imposible de remontar. No todos los días iban a ser fiesta como ocurrió aquel 5 de enero ante Anadolu Efes.