El Real Madrid se ha regalado una victoria de mucho mérito ante Valencia Basket (83-74) para cerrar un 2023 impecable en el que fueron campeones de Euroliga por undécima vez. Campazzo (17 puntos y siete asistencias para 21 de valoración) y Tavares (13 puntos, 10 rebotes y 3 asistencias para 29 de valoración) lideraron el triunfo de los blancos que dominaron el partido de principio a fin. Este triunfo consolida todavía más a los de Chus Mateo al frente de la clasificación de la Liga Endesa con 15 victorias y solo 1 derrota.
Real Madrid y Valencia Basket se veían las caras en un WiZink Center abarrotado para ver el último partido del año de la Liga Endesa. Los blancos querían cerrar un 2023 impecable con un triunfo frente al tercero de la competición doméstica. Ambos equipos venían con bajas a este partidazo de la jornada 16 de la Liga Endesa y tras sendos partidos en Euroliga bastante intensos frente a Asvel y Bayern.
Chus Mateo sorprendía con Eli Ndiaye en el quinteto titular. Un Ndiaye que viene rindiendo a un nivel magnífico y el técnico madridista le brindó la oportunidad de comenzar de inicio ante Valencia Basket en el último partido del año. Por su parte, Mumbrú apostaba por el poderío físico con Ojeleye, Inglis y Davies en la pintura para intentar frenar a Tavares y Ndiaye, pero en especial al gigante caboverdiano.
Las defensas fueron protagonistas en el primer cuarto. Durante los primeros minutos, el tanteo era bajo porque las defensas estaban siendo buenas y a eso se le sumaba que ambos equipos no estaban acertados en el triple, algo poco habitual en el cuadro madridista. Valencia comenzó por delante en el marcador (0-2) con la canasta de Davies, pero esa fue la única vez que el Madrid iría por debajo en el marcador. A partir de ahí, los locales siempre fueron por delante en el electrónico pese a que daba la sensación de que se jugaba a lo que querían los taronja.
El Real Madrid frena la reacción taronja
Pero cada vez que los de Mumbrú se acercaban, el Real Madrid pisaba el acelerador y volvía poner tierra de por medio. Un triple de Arostegui ponía a Valencia Basket a uno, pero un parcial de 6-0 de los de Chus Mateo colocaba el marcador en +7 (14-7). Las pérdidas estaban marcando el partido de los valencianos, que terminaron el primer cuarto con un total de siete pérdidas y al descanso llevaban 13. Eso lo aprovechó el líder para poner distancia y marcharse cinco arriba al final de los primeros 10 minutos.
No obstante, la falta de acierto de los blancos desde el 6,75 metros (2/11 en el primer cuarto) mantenía con vida al cuadro taronja pese a las pérdidas. Liderados por Facundo Campazzo en el cuadro de mandos y Tavares en la pintura, el Madrid seguía dominando y mantenía la distancia ante un Valencia que seguía negado en los tiros libres. Un parcial de 5-0 de salida en el segundo cuarto, con un triple sobre la bocina de Llull sin espacio y una canasta de Poirier a pase del Chacho, ponía el +10 (25-15) y obligaba a Mumbrú a parar el partido.
No entraban los triples (apenas anotaron cuatro de 16 para un 25% en los primeros 20 minutos), pero a base de tiros de dos los locales, y algún triple suelto, lograron aumentar su distancia antes del descanso para marcharse siete arriba (41-34). Pese a que no estaban en buenos números desde el tiro de tres, el Madrid seguía mandando en el marcador al descanso (41-34). El partido estaba en un puño pese al dominio blanco, pero en el tercer periodo cambió todo.
A la vuelta de vestuarios, el Real Madrid recuperó su esencia desde el tiro exterior y firmó un 50% en el tercer periodo que le permitió agrandar todavía más la ventaja, ante un Valencia que mejoró las pérdidas pero seguía desacertado en el tiro libre. El Facu, con nueve puntos y tres asistencias, manejó el ataque de los de Chus Mateo en un tercer periodo en el que el parcial fue de 25-19 para el equipo local (67-53).
Tavares y Ndiaye rematan la victoria
Los taronja se cargaron muy rápido de faltas en el tercer cuarto. En el primer minuto sumaron tres faltas casi en la misma jugada. El Real Madrid buscaba una y otra vez a Tavares bajo el aro, y el caboverdiano hizo mucho daño a los valencianos en esa zona. Los de Mumbrú van a tener pesadillas con Edy, que protagonizó además una de las jugadas del partido con un tapón espectacular a Davies cuando se disponía a matar. El pívot madridista, que acabó con tres tapones, estaba a tope tanto en ataque como en defensa y eso siempre es buena noticia para el Madrid y mala para los rivales.
En el último cuarto apareció el que faltaba, Ndiaye. El canterano blanco apenas había anotado tres puntos hasta ese momento, pero el cuarto periodo Chus Mateo le dio más minutos y el polivalente jugador senegalés lo aprovechó para firmar un total de 9 puntos. Además, en defensa se las apañó bastante bien en su emparejamiento con Ojeleye, que pese a su gran físico no pudo con el joven Ndiaye.
La diferencia llegó a estar en 15 puntos para los blancos (71-56) a falta de poco menos de siete minutos para el final del choque tras una canasta del pívot senegalés, que obligaban a Mumbrú a pedir tiempo muerto. Valencia reaccionó de la mano de Kassius Robertson con dos triples consecutivos a la salida de tiempo muerto, pero el Madrid frenó la reacción con un mate de Abalde y un triple de Ndiaye para poner el +14 en ese momento. Pese a que los taronja llegaron a estar a siete, los locales manejaron muy bien los tiempos y acabaron ganando por nueve para poner el broche de oro al 2023.
