El Real Madrid acabó muy crispado la final de la Copa del Rey. Cayeron por 64-59 ante el Barcelona en un Clásico que dominaron la mayor parte del encuentro, pero que cedieron en los últimos minutos. Especialmente enfadado estaba el cuerpo técnico blanco con la labor de los colegiados Pérez Pizarro, Conde y Calatrava.
«No ha habido un criterio unificado en las últimas jugadas. Le han tomado el pelo a Deck con dos jugadas que no fueron nada claras», deslizan desde el equipo blanco. Lo cierto es que los colegiados tuvieron una incidencia decisiva en el último minuto con dos decisiones que marcaron el devenir del encuentro.
La primera tuvo lugar a 33 segundos para el final cuando Mirotic consiguió ir a la línea de tiros libres tras una falta mínima de Gabi Deck. El montenegrino, todo un especialista en esa suerte, desempató el partido con esos dos puntos dando oxígeno al Barça para los segundos finales.
En el siguiente lance, los mismos protagonistas, pero en la otra canasta. Laso marcó una jugada de aclarada para un Deck que desbordó a Mirotic y consiguió penetrar a canasta trastabillado tras la defensa del jugador culé. El argentino no logró anotar una bandeja de alevines, pero esperaba que pitasen una falta que nunca llegó para incredulidad del banquillo blanco.
El mito de que a Mirotic se le regalan los tiros libres se acrecenta. El jugador estrella del Barça anotó nueve de sus 19 puntos desde la línea de personas, además de recibir seis faltas personales de los jugadores blancos. El ala-pívot fue distinguido como el MVP tras anotar todos sus puntos en el último cuarto desde la línea de tiros libres.
El Real Madrid se contuvo con unos colegiados con los que ya hay mar de fondo por diversas decisiones controvertidas en los últimos años. El equipo sabía del peligro de plantear una final física y lo vieron claro en cómo sus rivales fueron hasta 22 veces a la línea de personal, mientras que ellos únicamente 13. Además al único que le pitaron técnica fue a Pablo Laso. Un clásico copero.
