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«Estamos a tope y todos muy enchufados»

«Estamos a tope y todos muy enchufados». Eso es lo que piensa el seno del Real Madrid en este momento de la temporada. Cúpula y vestuario están muy tranquilos y convencidos de que la plantilla dirigida por Zinedine Zidane está más que preparada para afrontar el exigente calendario que espera tener desde el sábado hasta que finalice la temporada.

Siempre y cuando el Madrid rinda en la Champions League y alcance las semifinales, el conjunto madridista sólo tendrá una semana sin jugar dos veces de aquí hasta finales de mayo, ya que deberá disputar dos partidos aplazados frente al Valencia y Celta. Pero a pesar de esto, el club no está preocupado y confía plenamente en un equipo que ha ganado tres títulos internacionales en los últimos meses.

Además, lo que también llena de moral a toda la institución es observar como la enfermería se ha vaciado prácticamente en su totalidad. Solamente Gareth Bale sigue recuperándose, aunque el galés está en la recta final y Zidane espera poder contar con él antes de la vuelta de la Champions ante el Nápoles.

El Madrid, a pesar de haber estado 13 días sin competir, está convencido de que esta inactividad competitiva ha sido buena para recuperar a varios jugadores y ha servido para que la plantilla trabaje un plano físico un tanto abandonado cuando se tienen que jugar partidos cada tres días. El gen competitivo volverá a aparecer este sábado ante Osasuna, una buena prueba de cara al duelo ante los italianos.

Por otro lado, en el club se es muy optimista de cara a la eliminatoria contra el Nápoles. El Madrid piensa que son superiores y, aunque los italianos lleguen en el mejor momento de la temporada, deben demostrar su potencial. Sobre todo en el partido de ida que se disputará en el Santiago Bernabéu. Con el aliento de la afición el ‘Zidane Team’ está obligado a conseguir una buena ventaja que le permita viajar a San Paolo con colchón.