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FINAL COPA DEL REY: BARCELONA - SEVILLA

Iniesta se despide a lo grande: golazo, ovación y lágrimas

Andrés Iniesta vivió la que fue su última final con el Barça. Y no pudo irle mejor. La final de Copa quedó pronto decantada para el conjunto azulgrana, que pasó por encima del Sevilla. Los culés se impusieron por 5-0 y el de Fuentealbilla hizo un auténtico partidazo. Iniesta fue de lo mejor de su equipo, participó en dos de los goles del conjunto azulgrana, haciendo el cuarto, estuvo presente en casi todas las acciones de ataque de los suyos y se retiró en el minuto 87, sustituido por Denis Suárez, con una tremenda y merecida ovación brindada por todo el estadio. Luego, como capitán, elevó al cielo de la capital el que es su sexto título copero.

En los primeros minutos del partido fue un quebradero de cabeza para la defensa sevillista, logrando conectar con los hombres de arriba del Barça entre líneas. Navas y Sarabia no pudieron frenar los constantes ataques de los de Valverde por la izquierda, por donde él y Alba fueron un puñal durante los 90 minutos.

Iniesta fue protagonista en el minuto 28, cuando pudo marcar un auténtico golazo. Tendría que esperar, pues su disparo desde fuera del área se marchó al travesaño. Por entonces el partido iba 1-0 a favor del Barça, pero poco durarían las esperanzas sevillistas por tratar de meterse en el encuentro. Y es que, la siguiente aparición del canterano barcelonista fue decisiva.

El partido cambió por completo cuando Iniesta vio el hueco y combinó con Jordi Alba en una de las internadas en el área sevillista del lateral. El carrilero se inventó entonces un pase de tacón, ante la falta de espacio y Messi apareció para mandar el balón al fondo de la red. Era el 2-0, en el minuto 31 y el Barça ponía tierra de por medio en el marcador y dejaba encarrilada su trigésima Copa.

En la segunda mitad, el Sevilla comenzó apretando, tratando de acercarse en el marcador. Sin embargo, pese a un buen comienzo de los nervionenses, Iniesta dejó su sello propio en la final. Se encargó de romper las esperanzas del conjunto sevillano cuando realizó una pared con Messi, ganó la espalda a los defensores y batió tras una buena finta a Soria. Puso el 4-0, el estadio se rindió a sus pies y, por si quedaba alguna duda, dejó la Copa sentenciada.

Iniesta no pudo contener las lágrimas en el banquillo.

Tras ser sustituido se sentó en el banquillo y no pudo contener una lágrimas que suponen el adiós de Iniesta a la Copa del Rey. Se despide a lo grande.