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Laver Cup

Federer se despide entre lágrimas en su último baile con Nadal

El reloj marcaba las 00:25 del sábado en Londres cuando la derecha de Jack Sock suponía el punto final del partido y el de la carrera de la leyenda. El tenis a nivel profesional se acababa para un Roger Federer que se despidió con una derrota, aunque era lo de menos, junto a su amigo y mejor rival Rafa Nadal en el dobles de la Laver Cup. Un momento para la historia del deporte, que los amantes del tenis nunca desearon que llegara.

Había vaticinado Nadal en la previa que sería un «momento histórico e increíble e inolvidable» y así lo fue. El O2 de Londres se puso en pie para ovacionar, emocionarse y a la vez inmortalizar el adiós de uno de los mejores de todos los tiempos. La ovación que se llevaba la pareja europea al entrar a la pista era la primera señal de lo que se avecinaba.

La última vez

Roger Federer lo deja a los 41 años y con 20 Grand Slams en su palmarés. También lo hace cumpliendo uno de sus deseos, el de poner el broche a su carrera con Nadal como compañero del dobles. Las lágrimas de ambos tras el partido habla claro de esa conexión. El suizo se despide adorado por algunos y respetado por todos después de casi 25 años de una carrera tenística excepcional en la que ha disputado 157 finales, 31 de ellas en Grand Slam. Pero pese a esa experiencia, la emoción se palpaba en cada instante.

Lo de este viernes en Londres fue la última vez en la que Roger se ató las zapatillas con mimo, se anudó la cinta alrededor de la cabeza y se miró al espejo asegurando que todo está OK. Su habitual ritual antes de un partido. Federer apareció siempre sonriente y sin separarse de Nadal. Sabía que era su día y que la grada estaba dispuesta a despedirle como merecía contra unos Sock y Tiafoe convertidos en los malos de la película. Aunque lo importante no era el resultado sino celebrar lo que Federer ha hecho por el tenis, que ha sido mucho. Roger se quedó en 20 ‘grandes’, superado por Nadal y por Djokovic, algo que no impide que en los corazones de muchos aficionados, Federer sea para siempre el número 1 por concentrar todos los atributos del campeón ideal: un estilo de juego incomparable, por estético, ofensivo, entusiasta y elegante.

A sus 20 títulos de Grand Slam hay que añadir seis torneos de Maestros, una Copa Davis y una medalla de oro olímpica en dobles junto a Stan Wawrinka. En total ganó 103 torneos ATP y pasó 310 semanas en el número 1. Casi nada.

Solo la irrupción de nuevos jugadores como Nadal y Djokovic cambió esa dinámica, aunque Federer continuó ganando y la leyenda se fue construyendo con partidos épicos, como las dos finales de Wimbledon de 2007 y 2008 contra el español. Todos esos recuerdos se aparecían en las mentes de los aficionados mientras se sucedían en el partido unos puntos que iban descontando los que quedaban para el gran momento del adiós.