Las dudas rodean el retorno del rey Nadal a París

Rafa Nadal debuta este lunes en Roland Garros ante el australiano Jordan Thompson, en un torneo que ha conquistado en 13 de sus 17 participaciones. En París inició su leyenda y puede ahora extenderla camino de su 22º título de Grand Slam. Tras salir de Roma de manera prematura y con molestias en el pie, el balear llega por primera vez a la capital gala sin el cartel de favorito absoluto, pero ávido de competir al máximo, sin nada que perder y mucho que ganar.

De aquel alarmante mensaje antes de salir de Roma al optimismo en París, donde Rafa Nadal busca continuar su idilio con la arcilla francesa. El balear, máximo ganador de Roland Garros y sin ningún otro tenista que lo iguale en número de Grand Slams (21), inicia este lunes su andadura en su torneo fetiche,  ese cuyo título ha recaído en sus manos en 13 de las últimas 17 ediciones disputadas.  «Estoy aquí sólo para jugar al tenis y tratar de hacer el mejor resultado posible en Roland Garros. Y si no creyera que puede suceder, probablemente no estaría aquí», dijo el de Manacor, poco después de aterrizar en París.

Esas palabras invitan al optimismo en un jugador que hace unos meses se veía con dudas de poder ser competitivo y que después de cinco meses de inactividad reaparecía en Australia para regalar al mundo otra lección de que nunca hay que darse por vencido. En Melbourne tiró de épica levantando dos sets en contra a Daniil Medvedev en la final para terminar ganando en el quinto tras cinco horas y media de una batalla grabada en la retina de todos. Fue su 21º Grand Slam, récord absoluto en el tenis masculino. Ahora, meses después, toca levantarse de nuevo tras una gira de arcilla que vino marcada por una ausencia obligada -su lesión en el costado- y un pie que quiere ponerle una prueba más a alguien acostumbrado a lidiar con el dolor toda su carrera.