El país le concede un visado pese a su castigo

Djokovic podrá jugar el Open de Australia

Djokovic Australia
Novak Djokovic, en un torneo reciente. (AFP)

Novak Djokovic podrá jugar el Open de Australia después de que el gobierno del país haya decidido otorgarle un visado al tenista serbio, que sigue sin estar vacunado, pese a la prohibición de entrada al país tras ser deportado el pasado mes de enero.

El torneo de este año fue eclipsado por la batalla legal del tenista para permanecer en el país pese a su estatus de vacunación que finalmente implicó su expulsión antes del inicio del Open de Australia. Ahora la situación ha cambiado y se han levantado los requerimientos de vacunación contra el covid para los viajeros que entran al país.

«Todavía no hay nada oficial. Estamos esperando. Mis abogados están hablando con el gobierno australiano, eso es todo lo que puedo decir en este momento», dijo el serbio el pasado lunes tras debutar con victoria ante Stefanos Tsitsipas en las ATP Finals.

Djokovic ya dijo el pasado mes de octubre que había recibido «señales positivas» después de que Australia eliminara en julio la norma que Australia eliminó en julio una norma que exigía a los viajeros internacionales declarar su estado de vacunación contra el COVID. Así que, salvo lesión u otro problema de última hora, todo hace indicar que Djokovic podrán volver a las pistas del Open de Australia.

Deportado

Djokovic fue deportado por las autoridades australianas a mediados de enero de este año, poco antes del inicio del Abierto de Australia, al tratar de entrar al país con una exención médica con el objetivo de disputar el torneo, el primer grande de la temporada, sin estar vacunado.

A su llegada al país, el Gobierno australiano, entonces en manos de la coalición Liberal-Nacional, lo retuvo en el aeropuerto al cuestionar la validez de esa exención e intentó deportar al deportista por contravenir las medidas contra la covid-19, que por entonces obligaba a los viajeros a tener la pauta completa de la vacuna contra el virus o un justificante válido.

Djokovic, que estuvo encerrado en un hotel custodiado por inmigración, apeló la decisión de las autoridades. Tras una intensa batalla judicial, el pleno del Tribunal Federal Australiano consideró que la presencia del jugador en el país oceánico suponía un riesgo para la salud y el orden público dado que podía alentar protestas de los movimientos antivacunas.

El tenista finalmente fue deportado y se le impuso una prohibición de entrada al país durante tres años. Los abogados de Djokovic en Australia buscaban desde hace meses la suspensión de esta prohibición de entrada al argumentar que el país oceánico ya ha levantado todas las restricciones impuestas por la pandemia.

El escándalo de Djokovic se produjo en un momento en que Australia, que cerró férreamente las fronteras durante la crisis sanitaria, se enfrentaba a un aumento casos de la covid-19.

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