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Liga: Osasuna - Atlético

El Atlético no soluciona su mal endémico

Los rojiblancos se dan de bruces con el equipo navarro y consigo mismos y firman un pobre partido

Mismo guion que contra Leganés, Getafe, Espanyol, Las Palmas y Alavés

El Atlético y su triste historia fuera de casa

El Atlético sigue atrapado en la misma serie, esa en la que muestra una cara cuando juega en su feudo y otra cuando lo hace lejos de Madrid. En El Sadar ocurrió como en Mendizorroza, Cornellá, Coliseum, Butarque… Los rojiblancos no salen de su mal endémico en este tramo final de temporada, convertido en un laberinto infinito desde hace un mes y medio. Más largo que un día sin pan.

La desidia les invade cada vez que salen de la Comunidad de Madrid para vestirse de corto. Y claro, eso, unido a que Osasuna se juega transitar por Europa la temporada que viene, desemboca en un cóctel molotov para el Atlético. A los navarros, que 24 horas antes del partido habían conocido la marcha de su entrenador a final de curso, les bastó con poner la cabeza para doblegar a los de Simeone.

Primero Catena y después Budimir. En ambas fotografías se encontraba un Giménez fuera de sitio primero y superado después. Menudo dolor de cabeza. No hubo medicación que lo aliviara. Sorloth estuvo a punto de marcar prácticamente sin querer y ya está. Ahí quedó la reacción rojiblanca porque el resto fue atacar más por acumulación de posesión que otra cosa. El Atlético acabó la primera vuelta como campeón de invierno y ahora deambula como un náufrago por la primavera. Será la alergia.

De Paul lo intento sin éxito

De la enésima debacle colectiva del Atlético se extrae algún aspecto individual positivo. Es el caso de Rodrigo de Paul. Ataviado con guantes para jugar un partido en pleno mes de mayo, fue la brújula rojiblanca. Llevó la jerarquía del juego e intentó revertir el guion de un partido abocado a derrota colchonera. Por más que se empeñó no logró conectar con Sorloth y Julián Álvarez. Al menos De Paul no se contagió de la anafilaxia del Atlético.

Al final va a peligrar hasta el Zamora de Oblak

El interminable final de curso se le está haciendo tan largo al Atlético que a falta de dos partidos no tiene asegurado ni lo que parecía imposible de perder. Los goles de Catena y Budimir elevan a 29 los tantos encajados, a 0,85 su media de tantos encajados y disminuye la distancia con Courtois, principal rival por el galardón. Todavía tiene cuatro goles de margen. Menos mal para el Atlético que sólo le queda un partido lejos de su feudo.

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