Liga Santander: FC Barcelona 2 - Levante 1

Ansu Fati sostiene a Setién

ansu fati
Messi abraza a Ansu Fati tras su doblete.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

A Leo Messi se le nota muy mucho quienes son sus amigos y quien no le cae tan bien. El argentino hizo lucir a Ansu Fati contra el Levante regalándole los dos tantos de un partido que fue bello por el ida y vuelta constante, pero que dejó a las claras que el seis veces Balón de Oro pasa el esférico a quien le entra en gracia.

Ansu Fati, que estableció el récord más joven del doblete en Liga, se consagró ante un Camp Nou necesitado de nuevos ídolos. La era Setién necesita revulsivos y caras nuevas ante lo que se avecina y enchufar a un jugador con el hispano-guiñeano habrá despertado una tremenda sonrisa en el entrenador y seguro que en gran parte de la afición. 

El extremo, jugando por fin en la banda izquierda, marcó las diferencias con respecto a su anterior posición. Encaró en todo momento a una defensa del Levante que jugó con fuego y se terminó quemando con casi dos goles consecutivos a la media hora de juego. Esa losa fue insostenible para el resto del partido en la visita de los valencianos, que fallaron lo indecible en la segunda mitad.

El Barça comenzó el duelo con dudas ante el descaro y la agresividad visitante hasta el punto de que la posesión se la repartieron ambos equipos durante los primeros compases. Los locales se encontraban desconcertados ante la presión alta de su rival, pero pronto supieron hacer unos ajustes que restarían definitivos para el devenir del partido.

Con el Levante acechando el marco de Ter Stegen, Messi decidió retrasar su posición para ejercer de playmaker de las carreras de Ansu Fati y Griezmann. El argentino era un cirujano dando pases milimétricos a las botas de sus compañeros y pronto se decantó por pasar a su favorito –el canterano de 17 años– encontrando el premio a la media hora.

Messi sacaba la escuadra y el cartabón para poner al hasta entonces meritorio Aitor cara a cara con Ansu Fati. El internacional sub-21 español superaba a Miramón en potencia y conseguía batir por debajo de las piernas al portero en un alarde de sangre fría. Ni dos minutos tardaría el jugador de origen guineano en hacer el segundo tras otra magnífica asistencia de Messi para esta vez batir a cancerbero visitante otra vez por debajo de las piernas en una acción en la que pudo haber hecho algo más.

El Barça olió sangre y quiso más. El conjunto azulgrana intentó sentenciar antes de un descanso que pedía a gritos el Levante, pero la intentona de Semedo se estrelló contra el poste dando por concluida la primera mitad más divertido de la era Setién. Se corrió y mucho a campo abierto y se olvidó el toque tedioso. El resultado fue la consagración de Ansu Fati.

El Barça casi se lleva un susto

En la segunda mitad, los culés se echaron la típica siesta que acostumbraban en la era Valverde para disgusto de un Setién que si ya rajó tras un 5-0 contra el Leganés en el anterior partido… El caso es que Ter Stegen tuvo que aparecer en forma milagrosa deteniendo en seco las intentonas Morales, Melero y Hernani. El guardameta alemán, en apenas 15 minutos, demostró que es el mejor de mundo en su posición.

Setién decidió señalar en público a Griezmann antes de que se cumpliese el ecuador de la segunda mitad. Le sustituyó y puso a Sergi Roberto como extremo diestro. El jugador catalán ha jugado de central y de delantero con su nuevo técnico. Menos de centrocampista, de lo que realmente sabe jugar, el entrenador cántabro le ha probado en todos sitios.

Pese a los esfuerzos de Eder Sarabia por robarle el protagonismo de cámara a Paco López con las ocasiones falladas de sus pupilos, los chicos del Levante no espabilaban. En el minuto 85, Roger se plantaba sólo contra Ter Stegen tras una pérdida en presión y el delantero –o eso dice su dorsal– mandó el balón al tercer anfiteatro con todo a favor. 

El Levante mereció el gol y lo encontró, pero excesivamente tarde para sus aspiraciones. Rochina anotó en el minuto 92, pero era imposible el milagro visitante. El Camp Nou se quedó tibio tras una gran primera mitad. Quizá el Barça pensó en la cita copera contra el Athletic o puede que todavía no comprendan todas las cosas que le pide Setién. El caso es que los culés se mantienen en el pulso por la liga sin necesidad de haber fichado a un delantero. Para eso está Ansu Fati, por supuesto, con el visto bueno de Messi.

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