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Se despide en semifinales (6-7, 6-4, 6-2)

Alcaraz cae agotado ante Sinner y cede la corona de Miami y el número uno

Carlos Alcaraz se despide del Masters 1000 de Miami tras caer en semifinales ante Jannik Sinner en tres sets (6-7, 6-4, 6-2)

Con esta derrota, Alcaraz perderá el próximo lunes el número uno del mundo a manos de Novak Djokovic

La trampa de la organización de Miami a Alcaraz que puede penalizarle ante Sinner

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Después de tres semanas de despliegue inmaculado y camino de la historia, Carlos Alcaraz vio como, dentro de la máxima exigencia y en un partido de los mejores del año, se le desmonta el castillo de naipes. El tenista español cayó eliminado del Masters 1000 de Miami en semifinales por parte de Jannik Sinner (6-7, 6-4, 6-2), uno de sus enemigos generacionales, y se despide de la corona de Miami y de un número uno del mundo que a partir del próximo lunes volverá a estar gobernado por Novak Djokovic. Alcaraz finalizó agotado un partido durísimo, en el que se notó su falta de descanso y la mayor regularidad de su rival, merecedor de un triunfo que le lanza a la batalla final en el torneo frente a Daniil Medvedev. 

Sinner fue más regular que Alcaraz y supo levantarse de un duro primer golpe, asestado en forma de set por parte del murciano, que remontó sabiendo sufrir y esperar su momento, para hacer gala de la determinación que le acompaña en sus grandes noches. Sin embargo, en el segundo set, Jannik se mantuvo ahí, pujando en los intercambios de fondo con potencia y esmero y cometiendo algún error clave menos que Carlitos, que dejaba escapar la manga para posponer la decisión a un tercero en el que, agotado, dejaba libre el trono de Miami al propio Sinner o a Medvedev, que se medirán en la final del domingo (19:00 horas).

Fueron tres horas y 10 minutos de un duelo entre dos jovencísimos valores que se ha convertido en todo un clásico de la ATP. En su sexto capítulo, Sinner volvió a igualar la contienda tras la última victoria de Alcaraz en Indian Wells, también en semifinales. Lo hizo con la frialdad por bandera, pero también a base de pegada y de resistencia en puntos inimaginables, que poquísimos tenistas más allá de ellos dos pueden protagonizar. Es el tenis del futuro, jugado en el presente y con la firma de dos tenistas que se profesan máximo respeto mutuo, dando pie a una rivalidad que apunta a ser tan histórica como ejemplar.

El partido comenzó del lado de Sinner, más centrado en sus tiros y en los momentos clave que un Alcaraz algo precipitado en sus acciones. Llegaba en trance el murciano por sus victorias previas y lo pagó en forma de precipitación, cediendo un break y estando a punto de hacerlo de nuevo con un segundo que había finiquitado el set. Por suerte para él, Sinner falló dos puntos consecutivos en los que pudo haber sentenciado, y dio vida a la bestia, que lo aprovechaba a posteriori igualando la contienda y poniendo la decisión en manos de los detalles.

Alcaraz dice adiós al número uno

Sinner, sin embargo, no se inmutó un ápice por el golpe recibido y no sólo eso. Respondería de inmediato el italiano, quien a la tercera de sus pelotas de break comenzaba el segundo set en cabeza, con rotura y consolidación. No le duraría demasiado, y es que Alcaraz es mucho Alcaraz como para dejar volar a su rival. La igualdad se posaba de nuevo en el luminoso, que cercano a las dos horas pudo ser finiquitado si Carlitos hubiera aprovechado alguna de las dos pelotas de break que tuvo con 4-3 favorable. No lo hizo y dejó vivo a Sinner, que respondía con una estocada definitiva a la manga: él sí rompería, en blanco, y consolidaba para con un 6-4 poner la igualada.

Se le comenzaba a notar el cansancio a Alcaraz, que había llegado con 24 horas menos de descanso que Sinner debido a una maniobra más que dudosa –y televisiva– de la organización con los horarios previos. Para el italiano, sería prácticamente coser y cantar un segundo set que fue dibujándose con un primer break temprano y desfavorable al interés español y acabaría finiquitado por un segundo, que lanza al vigente campeón fuera del Miami Open en semifinales, teniendo que dejar por el camino la propiedad del número uno del mundo… hasta nueva orden.