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No salgas de casa sin desconectar el WiFi: la petición de los expertos que casi nadie cumple

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Vivimos en una época en la que estar conectados a Internet se ha vuelto tan habitual como encender la luz al llegar a casa. Ya sea para trabajar, estudiar, entretenernos o controlar nuestros dispositivos inteligentes, el router WiFi se ha convertido en un componente indispensable del hogar. Sin embargo, esta conexión permanente a la red también implica ciertos riesgos que a menudo pasamos por alto. Aunque muchos lo ven simplemente como una herramienta más del día a día, la realidad es que mantener el router encendido en todo momento, incluso cuando no estamos en casa, puede abrir la puerta a múltiples problemas relacionados con la seguridad, el consumo energético e incluso el funcionamiento de los dispositivos.

Hoy en día, las amenazas digitales están más presentes que nunca. Y al mantener el router encendido mientras no hay nadie en casa, lo que estamos haciendo es dejar una «puerta digital» abierta que los ciberdelincuentes pueden aprovechar para llevar a cabo distintas actividades maliciosas: usar la red para fines ilegales, robar información personal, e incluso controlar dispositivos inteligentes como cámaras de seguridad o asistentes de voz.

El WiFi, una puerta abierta si no se controla

Permitir el acceso no autorizado a la red WiFi va mucho más allá de simplemente compartir tu Internet con un extraño. Las consecuencias pueden ser mucho más graves:

Apagar el router

Ante todos estos riesgos, desconectar el router al salir de casa se convierte en una barrera eficaz contra posibles ataques. A diferencia de otras soluciones tecnológicas, esta acción no requiere conocimientos técnicos, ni herramientas adicionales. Simplemente basta con pulsar un botón.

Al cortar por completo la emisión de señal, eliminas la posibilidad de que alguien detecte tu red y, por ende, intente conectarse a ella. Incluso si cuentas con medidas de seguridad como una contraseña robusta o el cifrado WPA2 o WPA3, ningún sistema es 100% infalible. Desactivar el router es, sin duda, la forma más directa de cortar cualquier intento de acceso no autorizado.

Medidas adicionales de seguridad

Aunque apagar el router cuando salimos de casa es una medida de seguridad muy efectiva, no debe ser la única herramienta que utilicemos para proteger la red doméstica. Una de las primeras cosas que debemos hacer al instalar un nuevo router es cambiar la contraseña que viene por defecto.

Aunque puede parecer una obviedad, muchas personas no la cambian, facilitando así el acceso a cualquiera que conozca las claves genéricas de fábrica, las cuales están disponibles públicamente en Internet. Es recomendable crear una contraseña sólida, compuesta por letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos especiales, lo que dificulta enormemente cualquier intento de acceso por fuerza bruta.

Otro paso esencial es ocultar el SSID, es decir, el nombre visible de la red. Cuando ocultas esta información, la red deja de aparecer en los listados disponibles para otros dispositivos, y aunque sigue siendo accesible, requiere que quien intente conectarse conozca tanto el nombre exacto de la red como la clave de acceso, lo que añade un nivel de protección adicional.

Además, mantener actualizado el firmware del router es crucial, ya que los fabricantes lanzan con frecuencia parches y mejoras que corrigen vulnerabilidades de seguridad. No realizar estas actualizaciones puede dejar la puerta abierta a fallos conocidos que podrían ser explotados por atacantes. También es aconsejable activar el filtrado de direcciones MAC, una funcionalidad que permite autorizar únicamente a ciertos dispositivos específicos a conectarse a tu red WiFi. Esto no solo limita el número de conexiones, sino que también actúa como una barrera extra para quienes intenten colarse sin permiso.

La prevención, como en tantos aspectos de la vida, resulta ser la clave. Implementar medidas como éstas, junto al simple hábito de desconectar el router cuando no lo necesitamos, crea una red más segura, eficiente y resiliente frente a las amenazas del mundo digital. No se trata de vivir con miedo a los ataques cibernéticos, sino de tomar conciencia y actuar con responsabilidad sobre cómo nos conectamos y protegemos nuestra información en el día a día.