Sandra Moñino es dietista y nutricionista, también CEO de la clínica online Nutricionate. La experta en alimentación antiinflamatoria, nutrición clínica y pérdida de peso, después de más de 4 años de estudio sobre la inflamación ha descubierto la importancia que tiene en nuestra salud, pues la gran mayoría de patologías y dolencias llevan detrás una inflamación crónica de base. Su nivel de especialización la ha llevado a escribir un libro titulado Adiós a la inflamación, que desde su lanzamiento es número uno de ventas en Amazon, y que está ayudando a muchas personas a mejorar su inflamación y su calidad de vida. Sandra ofrece un reto de 3 días gratuito en el cual incluye menús con recetas sencillas y deliciosas. ¡No parecerá que estás siguiendo una dieta! Sigue leyendo para descubrir cómo Sandra Moriño aconseja combatir la inflamación.
Pregunta: ¿Por qué se produce inflamación en el cuerpo?
Respuesta: «La inflamación en nuestro organismo se produce porque nuestro sistema inmunitario identifica una señal que nos alerta de que hay un daño, y entonces inflama la zona para curarla. Una vez que se ha solucionado el problema, entonces, la desinflama. Existe la inflamación aguda y puntual, que es cuando nos damos un golpe y suele durar algunos días. También existe la inflamación crónica que es la que no es tan beneficiosa, ya que perdura en el tiempo. Esa inflamación al final se suele producir por el abuso de alimentos y de hábitos que son proinflamatorios y que al final ocasionan daños mayores«.
P: Se dice que la inflamación es necesaria. ¿Qué responderías si te preguntasen si se trata de una moda o es pura ciencia?
R: «La inflamación aguda sería la necesaria. La inflamación es ciencia y se produce desde siempre en nuestro organismo. Por eso, como decía cuando nos damos un golpe, la zona se va inflamando para combatir ese golpe. En nuestro organismo pasa exactamente igual cuando le damos un alimento que no es beneficioso, ya que entonces se genera una inflamación en nuestro organismo a nivel intestinal, y se puede prolongar en el tiempo si seguimos alimentando a nuestro intestino con la toma de esos alimentos que no nos benefician«.
P: ¿En qué se basa la dieta antiinflamatoria?
R: «Una dieta antiinflamatoria se basa en eliminar los alimentos que puedan ser proinflamatorios. Por ejemplo, el azúcar, los edulcorantes, las harinas refinadas, las grasas hidrogenadas, el alcohol, el tabaco, es decir, lo que conocemos como los alimentos o productos que no son saludables. Habría que incorporar alimentos que sí son saludables, y que tengan un efecto antiinflamatorio en nuestro organismo, como los alimentos ricos en probióticos y en prebióticos. No pueden faltar en nuestra alimentación porque si nuestra dieta es pobre en nutrientes también se genera inflamación en nuestro organismo.
Por otro lado, la alimentación antiinflamatoria se basa también en la forma en la que comemos estos alimentos. Yo siempre digo que hay que dar como espacios de cuatro o cinco horas entre comidas y unos espacios metabólicos de unas 12 horas desde que cenamos hasta la primera comida que hacemos en el día. Esto va a hacer que se potencie el efecto antiinflamatorio en nuestro organismo».
P: ¿Qué alimentos deben priorizarse en las dietas antiinflamatorias?
R: «Los alimentos que deben priorizarse en una alimentación antiinflamatoria son: los pescados; las carnes; los huevos; las verduras de todos los colores para aportar diferentes tipos de vitaminas y de minerales; las frutas, sobre todo las que contienen muchos antioxidantes y vitamina C, como pueden ser los frutos rojos; la fibra, pero a partir de pseudocereales como pueden ser el trigo sarraceno, la quinoa, la patata o el boniato. Estos dos últimos mejor tomarlos cocidos y enfriados durante al menos 12 horas porque su almidón se convierte en almidón resistente y es el alimento perfecto de las bacterias que tenemos en el intestino, y que a su vez producen ácido butílico que es un antiinflamatorio natural».
P: ¿Aconsejas realizar ayunos para desinflamar? ¿Cuál es la mejor opción?
R: «Recomiendo ayunos de cuatro a cinco horas entre comida y comida, y ayunos de mínimo 12 horas desde que terminamos de cenar hasta la primera comida que hacemos en el día. De esta manera, daríamos tiempo a que nuestro organismo hiciera ese descanso metabólico necesario y ayudara a nuestro hígado a potenciar esa limpieza, y darle espacio también en nuestro sistema inmunitario para que pueda realizar esa desinflamación».
P: ¿La distribución de las comidas a lo largo del día impacta en la inflamación?
R: «La distribución de la comida, como decíamos antes a lo largo del día, sí que impacta en la inflamación. Yo siempre recomiendo que se haga un buen aporte de fibra inicial con verduras variadas y luego ya vayamos incorporando las proteínas, las grasas y por último, el carbohidrato».
P: ¿Suelen las intolerancias ir ligadas a la inflamación?
R: «Cuanta más inflamación tenemos en el intestino menor capacidad tenemos de absorber bien los nutrientes y de producir enzimas que se utilizan para la digestión de ciertas sustancias. Como puede ser, por ejemplo, la lactosa, la fructosa o el sorbitol. Entonces, necesitamos que nuestro intestino esté en correcto estado para poder hacer buenas digestiones y que así todo funcione bien y no nos sienten mal las comidas. El hecho de que nos sienten mal las comidas hace que no produzcamos las enzimas necesarias y que no absorbamos bien los nutrientes de los alimentos, y eso nos genera inflamación, así que es un círculo vicioso que tenemos que romper por algún sitio«.
P: ¿La inflamación crónica tiene solución? ¿Qué consejos podrías darnos?
R: «Por supuesto que la inflamación crónica tiene solución, es más, lo cuento con los diferentes consejos que doy en mi libro, Adiós a la inflamación. En él hay mucha información sobre qué es la inflamación, las consecuencias que tiene, cómo podemos solucionarla, qué alimentos nos ayudan y qué hábitos influyen en ella».
P: ¿Por qué motivo la fibra, la fruta y la verdura puede inflamarnos aún siendo alimentación
sana?
R: «Cuando tenemos inflamación crónica de base no producimos las sustancias necesarias para poder digerir bien los alimentos. Entonces, algunos alimentos puede que nos sienten mal y nos generen más hinchazón. Para que nos vuelvan a sentar bien todas las verduras y las frutas no tiene que haber inflamación en nuestro organismo. Por tanto, conforme vayamos estando mejor, habría que ir reintroduciendo poco a poco los
alimentos que no nos sienten bien«.
P: ¿Por qué puede sentarnos mejor el pan blanco que uno de semillas? ¿Existe algún pan antiinflamatorio?
R: «A veces las fibras sientan mal porque si tú tienes un desajuste en tu microbiota y tienes más bacterias malas que buenas, cuando tomas alimentos ricos en fibra, ya sean bacterias malas o buenas, se alimentan de esas fibras. Entonces si tú tienes bacterías metanógenas, esas bacterias van a producir ese metano que es lo que producen esos gases, malestar, estreñimiento.
Puede ser que nos sienten mal alimentos que son saludables y en consecuencia tengamos hinchazón. Para reducirla tenemos que tratar nuestro intestino primero. Por otro lado, no diría que hay un pan antiinflamatorio, sino panes que son aptos en una alimentación antiinflamatoria y que no generan efectos proinflamatorios, como puede ser, por ejemplo, un pan de trigo sarraceno, que para mí es mi favorito, y si puede ser fermentado y con el grano germinado mucho mejor».
