La década de los 90 marcó un hito en la industria de las pasarelas, el inicio de unas leyendas: las supermodelos. Su carácter, atrevimiento y sus apariciones públicas trascendieron las pasarelas para convertirlas en auténticas superestrellas. Toda una generación que marcó un antes y un después en el mudo de la moda. Dieron la vuelta al rol de la modelo para ser ellas quienes consolidaron la imagen y prestigio de las grandes firmas de la moda. Es difícil que no conozcas a los nombres que se incluyen en este listado pero, ¿sabes quiénes han sido las más relevantes de cada década?
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Las supermodelos no tienen que ser perfectas, eso es lo que cautiva de ellas. Con unas palabras similares definió Karl Lagerfeld el secreto de estos fenómenos del mundo de la moda. Todas ellas destacaron por romper con el estereotipo frío de la modelo de pasarela, para desatar una revolución femenina de auténticas celebrities. Rompedoras, reconocibles y quienes hicieron un negocio millonario de las maniquís.
La década de los 90
El punto de partida, el año en el que las supermodelos dejaron de ser objetivo de las miradas sobre las pasarelas para ser el objetivo de todas las portadas. La fiebre se desató con el tríptico de la fortuna, formado por Christy Turlington, Naomi Campbell y Linda Evangelista. Christy trascendió por su discreción, su carácter polifacético y por protagonizar campañas con Calvin Klein y Maybelline. Todo lo contrario que Naomi Campbell.
Seguramente podamos hablar de ella como la más reconocida de esta época. Rompió las barreras raciales del momento siendo la primera mujer de color en aparecer en una portada de Vogue Francia en 1988 y y fundó la Black Girls Coalition un año después de a mano de Bethann Hardison e Iman. También fue musa de grandes diseñadores como Yves Saint Laurent y Gianni Versace. El año pasado, incluso el museo V&A de Londres rindió homenaje en una exposición que rendía tributo a su carrera.
Aunque sí hubo una que realmente marcó lo que era una supermodelo, esa fue Linda Evangelista. Así lo demostró cuando dijo «No me levanto de la cama por menos de 10,000 dólares». No es de extrañar que completara esa magnífica trinidad, por su versatilidad y por romper moldes de belleza en la industria, ya que su aspecto y estilo cambiaban con cada sesión fotográfica. Y eso hizo que fuese una de las supermodelos más demandadas de la época por los fotógrafos más importantes, como Steven Meisel y Peter Lindbergh.
Romper estereotipos y ser símbolo de la liberación femenina era su mantra, como también lo era de Cindy Crawford. La supermodelo mejor pagada de 1995 y la primera en atreverse a posar sin ropa frente a las cámaras. Y Claudia Schiffer, siendo uno de sus momentos más destacados fue convertirse en la musa de Karl Lagerfeld para Chanel.
Junto a ellas, otras dos grandes. Primero Carla Bruni. su paso por el mundo del modelaje fue breve, pero aun habiendo durado 10 años logró alcanzar la cima y coronarse como supermodelo. Sin embargo, el salto a la gran pantalla y su atracción por la industria musical alejaron a Bruni de las pasarelas.
Mezclar naturalidad, con una vida de escándalos y a todo trapo y compaginarla con el glamour de los desfiles: esta fue la fórmula por la que Kate Moss es y será una de las grandes supermodelos de todos los tiempos. Fue la última de esta gran generación, saltando a la fama en 1992 cuando Calvin Klein la seleccionó como modelo para su línea de perfumes.
Ahora nos deja ver su lado más creativo a través de campañas como la de Zara y su herencia estilística con las apariciones junto a su hija. ¿Su último hito? Debutar como ángel de Victoria’s Secret a los 50 años.
Década de los 2000
¿Quiénes son? Los ángeles de Victoria’s Secret. La genialidad de la compañía de hacer de sus desfiles un espectáculo de masas confirió a sus modelos un reconocimiento a la altura de las circunstancias. Herederas del camino que allanó la primera generación de supermodelos y del mito generado en torno al espectáculo.
Dejaron toda una generación de supermodelos, carismáticas, divertidas y, en definitivas, unas auténticas show-womans. Sólo con identificar la frase de «Thank you mom and dad for the amazing DNA» («Muchas gracias mamá y papá por mi increíble ADN») de Adriana Lima consolidaba uno de los iconos de esta promoción. Pero no fue ella, sino Heidi Klum, una de las primeras que creció paralelamente junto a la firma. Debutó en 1997 y entre sus desfiles ha lucido 3 de los Fantasy Bra más caros de la historia.
Pero no fue suyo el trono, sino de la supermodelo Gisele Bündchen, la supermodelo mejor pagada durante más de 10 años. Su llegada a la firma fue digna de un debut, recibida como la estrella que era (y que posteriormente continuaría siendo). Hasta la revista Rolling Stone cayó ante el reinado de Bündchen y la denominó como La Modelo del Año y La chica más bella del mundo.
Su reinado no se entiende sin sus compañeras Alessandra Ambrosio y Adriana Lima. Las tres supermodelos de los 2000, las tres brasileñas y las tres, auténticas imágenes de lo que fue marcó la moda de inicio de siglo.
Las siguientes generaciones
Hoy su legado está protagonizado por grandes modelos que continúan haciendo historia. Winnie Harlow, de quien Vogue dijo que marcó un antes y un después en los estereotipos sobre las mujeres en la industria de la moda.
Tal vez nunca llegó a ser tan representativa ni alcanzó la fama o magnitud de muchos de los nombres de esta lista, pero sin duda su paso por las pasarelas ha marcado un capítulo en la industria de la moda. Fue ella quien, mostrando al mundo su vitíligo – una condición de la piel en la que pierde pigmentación en algunas zonas dejando «manchas» – ofreció una lección de a dónde se puede llegar en esta industria.
También Ashley Graham es uno de los rostros de la evolución de esta industria. La primera modelo internacional de talla grande que democratizó la diversidad corporal dentro de las altas esferas.
Junto a ellas no se pueden olvidar a las hermanas Hadid y Kendall Jenner, quien ha encabezado el ranking de la modelo mejor pagada del mundo durante los últimos años. Todas ellas siguen construyendo el ideal de liderar una industria tan compleja e idílica como lo es la de la moda. Pero aún con ello la verdadera definición de supermodelo sigue perteneciendo a las divas de los 90. y con ello siempre quedará la duda de si volverá a hacer una generación a la que nos podamos referir como auténticas supermodelos.
