Ya sabemos que Italia es uno de los países más bellos del mundo. De Turín a Bari, de Venecia a Roma pasando por Sestri Levante, Positano, Lecce, Amalfi, Siena, Florencia… Es complicado no encontrar una ciudad o un pueblecito bello, es difícil no dar con un monumento epatante. Casi todo lo que llega de este país rodeado por el Mediterráneo nos embruja e hipnotiza. Sus películas, sus artistas, sus monumentos. ¿Lo último? La reapertura de uno de los cines más bellos de Italia. Ubicado en la ciudad norteña de Bolonia, en Emilia-Romaña, ha vuelto a abrir sus puertas el bellissimo Cinema Modernissimo.
Hay que irse al centro de la ciudad para encontrarlo: entre la Via Rizzoli y la Plaza Re Enzo, y ha sido durante mucho tiempo uno de los lugares públicos de referencia para disfrutar del séptimo arte. «A principios del siglo XX, Bolonia cambió su trazado urbano. Se derribaron varios palacios medievales y se inició la construcción del Palazzo Ronzani, un edificio polivalente diseñado por el arquitecto Pontoni» explican desde la oficina de Turismo de Bolonia.
En la parte baja del Palazzo Ronzani
Precisamente, en la zona más baja de este edificio polivalente, se construyó un teatro bajo tierra que se convirtió en cine en 1915. Este permaneció abierto hasta el año 2007 bajo el nombre de Cinema Arcobelano. Y ahora ha vuelto a reabrir sus puertas, para que los italianos de la ciudad y cualquiera que quiera vuelva a disfrutar de las películas en el cine más bonito del país. Un cine, por cierto, bautizado por Martin Scorsese el año pasado.
«Un edificio resultado de un proyecto futurista sostenido por hormigón armado, un nuevo baluarte en una de las cuatro esquinas de la Bolonia más antigua, de ese cuadrilátero que todavía representa el corazón de la ciudad, y el que ahora alberga el Palazzo Ronzani» explican desde la Fondazione de la Cineteca di Bologna.
Un cine renovado
Cinema Modernissimo resurge, con sus 1.600 metros cuadrados renovadísimo y embellecido, con algunos detalles restaurados como pinturas y letreros dibujados en la pared, grandes frescos, detalles art decó, sillones de terciopelo rojo como los cines antiguos… Poner un pie en este anfiteatro de Bolonia es volver al siglo pasado. Lo hace también su pantalla, ya que se pueden disfrutar grandes clásicos como El Gatopardo o La Dolce Vita, películas italianas que todo el mundo debería ver… Una y otra vez.
Pero ojo, que Cinema Modernissimo es más que un cine, es un proyecto para devolverle el esplendor al que fue el corazón de la ciudad. «Esta restauración cierra un círculo: devolvemos a la vida dos mundos subterráneos, el paso subterráneo de via Rizzoli, que ya se ha convertido en un espacio de exposición permanente, y el Cine Modernissimo. Sellamos esa importante dimensión cultural simbolizada por un tramo de via Emilia. La reapertura de los espacios, hacerlo de nuevo visible al público, nos recuerda la historia milenaria de nuestra ciudad» siguen explicando desde la Cineteca di Bologna. Dan ganas de ir al cine todos los días.
