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Experimentos

Qué pasa si das éxtasis a un pulpo

Puede parecer un disparate, pero esto es lo que hizo un grupo de científicos de la Universidad John Hopkins que ha publicado el resultado en la revista Current Biology. Ahora bien, dar éxtasis a un pulpo, ¿para qué? Respondamos a esta y otras cuestiones.

La finalidad de dar éxtasis a un pulpo, droga también conocida como MDMA, sirve para demostrar cómo esta sustancia modifica los comportamientos de animales marinos. La idea es mostrar que se vuelven más sociales, así se puede observar que estas especies guardan cierto vínculo con los humanos.

Y es que los pulpos son conocidos por tratarse de una especie bastante solitaria. De hecho, entre ellos se observa una tendencia agresiva que les lleva incluso a querer matarse. No obstante, es algo que puede cambiar al alterar sus bases neuronales para variar su comportamiento social, en este caso, dándoles la sustancia citada, éxtasis.

Así reacciona el animal al dar éxtasis a un pulpo

El equipo investigador dividió un acuario en tres partes conectadas por puertas, y en cada cámara resultante pusieron a un pulpo de juguete que estaba cubierto por una estructura de plástico agujereada excepto en la parte central, donde había un pulpo real que recibió un baño de éxtasis durante 30 minutos a la vez que exploraba la zona.

Durante diez minutos, el pulpo real trató de abrazar al de juguete envolviéndolo. Sin duda, un comportamiento extraño, ya que son criaturas muy cautas, solitarias y que no suelen socializar con su especie.

¿Qué quisieron mostrar? Que el MDMA es capaz de condicionar el comportamiento animal pese a que su estructura de circuitos es totalmente diferente. Así pues, para entender estos circuitos, la neurociencia está probando con este y otros experimentos intentando encontrar nuevas perspectivas respecto al comportamiento social.

El uso de pulpos en esta investigación en concreto también se debe a que muestran comportamientos sofisticados a pesar de que su parentesco con los humanos es muy leve y lejano.

No se puede afirmar que el éxtasis produjese sentimientos eufóricos en estos animales, tal como pasa con los seres humanos, pero sí que se observó que no generó estrés, tan solo se los observó más vivos y sociables. Incluso se puede decir que actuaron como lo haría un humano que ha consumido la sustancia.

Comenzaron por presentar respiración errática para pasar a mostrar algo parecido a un ballet acuático con dosis más bajas de éxtasis y después actuar como dando volteretas. Sea como fuere, aumentaron su euforia y redujeron su estrés.